“De continuar el NAIM en el ex lago de Texcoco, será austero”
Se le quitarán oropeles y lujos, pero no se pondrá en riesgo su certificación, señala
De continuar el proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en el ex lago de Texcoco para la próxima administración, este será austero, aseguró Javier Jiménez Espriú, futuro secretario de Comunicaciones y Transportes en la próxima administración.
“Si se decidiera continuar con el nuevo aeropuerto, no quisiera avanzar nada porque no sabemos si lo vamos a hacer, pero de ser así vamos revisar el proyecto para quitarle oropeles, boato, lujos. Ya sea la continuidad del que se construye en Texcoco o el de Santa Lucía, será un “aeropuerto digno, funcional, correcto y austero”.
No obstante, Jiménez descartó que dicha austeridad ponga en riesgo las certificaciones que se pretenden alcanzar con el nuevo aeropuerto, como son los reconocimientos LEED para edificios sustentables. Lo que es un hecho es que se buscará modificar el proyecto para hacerlo más económico.
En una ceremonia celebrada en el Palacio de Minería, Jiménez Espriú entregó de manera oficial la invitación del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, a diferentes asociaciones de ingenieros para contar con su opinión previa a la consulta sobre el destino del nuevo aeropuerto.
El futuro funcionario federal informó que entregó a los colegios de ingenieros y asociaciones el dictamen técnico para que en un periodo de 15 días revisen las opciones de continuar con la construcción del NAIM o construir dos pistas en Santa Lucía.
La construcción del nuevo aeropuerto prevé una inversión cercana a los 13 mil 300 millones de dólares, esto es, 285 mil millones de pesos, en tanto que la construcción de dos pistas en la base militar de Santa Lucía se estima en 70 mil millones de pesos.
Los documentos entregados contienen la información para el análisis de las dos alternativas, con miras a tener la opinión de los ingenieros el próximo 5 de septiembre.
“De hoy en adelante van a ser nuestros consultores obligados, vamos a preguntarles sus puntos de vista, porque tengo mucha confianza en la ingeniería mexicana”, apuntó el próximo titular de la SCT.
La consulta que determine la viabilidad de uno u otro proyecto tendrá un costo de 150 millones de pesos, “sería un pellizquito” y se actuará con transparencia, agregó Jiménez. Jiménez Espriú comentó que la construcción del NAIM lleva un retraso en la obra y podrá concluirse hacia 2023, luego de que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) advirtiera que ya no será octubre de 2020 cuando finalice la obra. La última fecha para la terminación de la terminal aérea proporcionada por el gerente del proyecto (Parsons) es diciembre de 2021, y junio de 2022 para lograr las certificaciones correspondientes.
Lamentablemente va a ser muy difícil que no se presenten contingencias; si hubiera más, sería hacia 2023 que se concluya la construcción de la obra, indicó Jiménez Espriú.
No hay una causa específica que explique el retraso en las obras; es un proyecto muy complejo que requirió el desarrollo de técnicas particulares. Por ejemplo, la cimentación de las pistas tiene diferente técnica de suelos, comparada con la torre de control o el edificio terminal.
La complejidad de los procesos de construcción del nuevo aeropuerto hacen de repente más largos los plazos y se amplían los programas.
El pasado 24 de julio, el GACM anunció la suspensión de cuatro licitaciones en proceso, en tanto no se tengan los resultados de las reuniones deliberativas sobre el NAIM.
Por el momento no se licita nada que sean obras que puedan detener la construcción o que de ellas dependan procesos que, en caso de detenerse, tendrían un alto costo. Por eso se busca que se tenga la solución sobre continuar con el NAIM o escoger la opción de Santa Lucía lo antes posible.