Lo que cumple y lo que no
En una semana hemos vivido una euforia popular de una intensidad desconocida. Los símbolos han embelesado a millones. Encontrarse de pronto con el Presidente al salir del Metro en el Zócalo, saludarlo y pedirle trabajo es una experiencia inolvidable y muchos la han vivido.
La cerrazón del viejo estilo era tan inmensa, que los gestos de cercanía del Presidente han incrementado las esperanzas. Un 91 por ciento aprobó el mensaje y los actos en el Congreso y el Zócalo. Es apabullante.
En tan poco tiempo el Presidente ha cumplido varias de sus promesas.
Abrió Los Pinos y consiguió emocionar a decenas de miles. Muy simbólico fenómeno de una sociedad despojada de derechos y ejercicios ciudadanos. Visitar la residencia de la Presidencia Imperial conmueve a las masas y a ciertas élites. A niveles un poco chuscos, como comparar el evento con la toma de la Bastilla.
Cancelar las pensiones a los ex presidentes, es otra promesa cumplida. De una gran carga simbólica y una muy sencilla aplicación.
Poner a la venta el insultante avión presidencial es otra acción que fortalece la esperanza de decenas de millones.
Iniciar la abrogación de la reforma educativa gana el apoyo de los maestros, aunque prevalezca el sindicato charro y uno de sus creadores sea ahora parte del gabinete del gobierno de la cuarta T.
La cancelación incierta del Aeropuerto en Texcoco es otra promesa cumplida, aunque se haya convertido en un gigantesco hoyo financiero.
La creación de una Comisión de la Verdad para la criminal desaparición de los 43, ha facilitado el olvido de otros casos semejantes de ejecuciones del Ejército como Tlatlaya y otras tantas con decenas de muertos. No importa que detrás de esta comisión se produzca una exoneración de facto de la conducta del Ejército y las demás fuerzas armadas durante la llamada guerra contra el narco.
Junto a las anteriores promesas cumplidas, hay otras incumplidas.
La desmilitarización prometida se convirtió en la creación de la Guardia Nacional con mando militar. En una palabra, sigue la política nefasta de dos sexenios que produjo varios cientos de miles de muertos y decenas de desaparecidos.
En materia de lucha contra la corrupción hay muchas palabras y hechos ominosos. Como la aprobación del proceso para tener un fiscal carnal. En esa misma línea está la terna para el presidente de la Suprema Corte. Integrada por dos mujeres muy cercanas al Presidente, una de ellas vulgar y nostálgica castrista. El tercero es también hombre del Presidente.
¿Se puede combatir la corrupción con un aparato judicial integrado por gente cercana al Presidente?
¿No es parte de la corrupción tener en el gobierno a personajes vinculados a proyectos de obras impulsadas por el Presidente? ¿El nepotismo no es corrupción? ¿Se puede combatir a la mafia del poder, integrando a muchos de ellos a un Consejo asesor del Presidente? ¿Noseestarágestandolapejeburguesía? La política internacional de “amistad con todos los gobiernos y pueblos del mundo”, ya tuvo expresiones ominosas como la foto en Palacio Nacional con Maduro y su esposa en compañía del Presidente mexicano y su esposa. También lo es estar aplicando la política de “tercer país seguro” ante a la caravana centroamericana.