Atienden en Reynosa a familias de Honduras
Dejaron caravana. Se desplazaron desde Tijuana a Tamaulipas para buscar un segundo intento de cruce a EU
Entre 25 y 30 familias originarias de los países de Honduras y Guatemala se separaron de la caravana migrante que arribó a Tijuana, Baja California y decidieron desplazarse a de Reynosa, Tamaulipas con la finalidad de pedir asilo humanitario en la frontera sur de Estados Unidos, esto ante la negativa de los agentes en su primer intento.
Entre los más de cien centroamericanos que fueron atendidos en Reynosa se encontraban padres de familia y sus hijos menores de edad, incluso un bebé recién nacido producto de una joven guatemalteca que por la larga espera para solicitar asilo en Estados Unidos y su avanzado embarazo, se separó del grupo y dio a luz a su hijo en Nuevo León.
“Venía ya por dar a luz y ahí en Monterrey quedó hospitalizada y ahí dio a luz y al dar a luz se viene para Reynosa, ven que en Reynosa no se está dando asilo y se retiran para Matamoros”, refirió Héctor Silva encargado del albergue Senda de Vida, recinto que permanece a su máxima capacidad por medio del cual se reciben a los migrantes repatriados y a quienes llegan de otros países en busca del “sueño americano”.
Fue apenas este jueves 27 de
Cuadros de infección y problemas de salud nutricional quedaron como estragos del trayecto que por semanas emprendieron desde Centroamérica, por lo que al llegar a la frontera de Reynosa las asociaciones civiles de México y Estados Unidos facilitaron personal médico para atenderlos, aunque ninguno requirió hospitalización.
La presencia en Tamaulipas de quienes en un inicio conformaron la caravana regresa para los albergues de la frontera de Reynosa la preocupación de que la ruta sea contemplada en un futuro de forma masiva, por lo que aún no bajan la guardia.
“Ellos traen comunicación, ellos siempre traen un teléfono, comunican que están en Reynosa, que en Reynosa los van a ayudar y de ahí se animan”, dijo el encargado del albergue.
La inseguridad hasta el momento no ha sido un factor que frene el arribo de migrantes, tanto de la caravana como de forma independiente, dando atención a cerca de cien personas de manera diaria.
“No queremos regresar a Honduras, ni quedarnos en México, vamos a ver qué pasa, tenemos dos meses aquí… En nuestro país para nosotros a nuestra edad es muy difícil encontrar empleo, allá no hay trabajo”, expresó Mayra, migrante que arribó a Reynosa argumentando tratar de buscar una mejor calidad de vida para su familia.
La mañana de este jueves partió a Matamoros la última familia