Compromiso
este material y es muy interesante poder mostrarlo, ahora, sintiéndome vibrante, del otro lado, por decirlo así, en la luz”.
Esa nueva faceta de su vida también la hizo abrazar una imagen más natural, con su cabellera oscura, luego de que la tiñó en varias ocasiones: “Ahora muy normal, disfruté mucho de mis cambios de look, expresar a través de mi físico un estado de ánimo, de lucha, de ser quien soy, como ahora estoy contenta de aceptar que llega una madurez, otros tiempos”, aseguró.
Este cambio demandó en ella también despedirse del sitio que la albergó durante tres décadas, la CdMx: “Honestamente lo conversaba con mi papá, Alberto, le decía que llevo casi 30 años en la ciudad, estoy por cumplir 50 años, por eso pienso que es momento de despedirme; él me dijo: ‘¿En serio?’, y sí, siento muchos cambios y recibí mucho de este lugar maravilloso.
“Tendré que comenzar y no tengo prisa, tengo 47, me faltan tres años, así que es una transformación, es un muy buen momento para saber que puedo emigrar, moverme, siempre he sido alguien nómada, en cierto sen tido, ermitaña en otros, pero al decir cambios, antes eran el pelo rubio o punk, ahora es una transición espiritual y de agradecer la salud y fortaleza”, abundó Guerra. A lo largo de más de 25 años de carrera, Ely Guerra tiene muy claro su propósito fundamental: “He siempre esperado inspirar, no lo contrario, motivar a entender que cada uno es único, celebro las diferencias”, expresó.