Mi Teoría de la Felicidad es muy simple
Ayer por la tarde hablaba con un amigo acerca de los recuerdos de la infancia, de todasesasimágenesquellevamosguardadas y que salen a la luz en los momentos menos esperados… pero gracias a Dios siempreenlosmásoscuros. Habíallegadoacasaconlapesadezatrapantedeldolido,pero en medio de su historia llegó un recuerdo: Él mencionaba su infancia en el campo, en la sensación del aire en su cara y ese inolvidable olor a tierra mojada mientras lo abrazaba su abuela en medio de un terreno lleno de pinos. Su cara se iba iluminandomientrasavanzabaymeentregabamás detallesacercadeesaimagenmental,delo que estuvo siempre con él y que jamás se habíaido.Sólobastabarecordarlo. Fue ahí donde inicié hablándole de algo que vengo pensando hace tiempo y que este domingo quisiera compartir contigo, algo que yo llamo: “La Teoría de la Felicidad”. Basta con estar en un momento difícil para que la pongan en práctica, es gratis y además pueden compartirla para que todos puedan gozar de ella. Y es que ¿Quién no se ha sentido alguna vez deprimido? Todos. Nadie puede escapar de la vida, pero si podemos afrontarla de diferentemanera.
Mi Teoría de la Felicidad es muy simple: La felicidad salta. No importa el tiempo, ella siempre busca al protagonista y va detrás de él durante toda la vida para recordarle el pasado. Los recuerdos acarrean pedacitos de tiempo, lo curioso es que ellos nunca envejecen, siempre verás esas imágenes como una fotografía indestructible.Esmaravillososaberquelafelicidadseresguardaparapodersalircuantolo necesites,cuandoestéslisto.
Debo confesar que cuando murió mi padreloentendítodo.Fueenesemomentoquepuseenprácticaestateoría,elrepasar del tiempo, el cambio de las lágrimas a la nostalgia y la mágica teoría que cambió mi vida.Creo fielmente que los recuerdos se pueden convertir en una manera de abrazar y que siempre acudirán a ti cuando los necesites. Me gusta pensar que nos persiguen, que están ahí para reconfortarnos en esos momentos en que podemos oscurecer. Créelo.
Un té rojo, libros apilados y la paz de este día junto con mi cuaderno de escritura son parte de mi historia en este momento, así escómointentoseguiracumulandolindos recuerdos, momentos que puedan ayudarmecuandoseasomeletristeza.
Ayer mi amigo volvió a ser un niño mientras cerraba los ojos, llamó a sus recuerdos y se reunió con su abuela quien le sonrió y lo dejó listo para volver a vivir, peroestavez…másfuertequenunca.
“Me gusta pensar que nos persiguen, que están ahí para reconfortarnos en esos momentos...”