“Napo conmocionó las esferas políticas y empresariales con su confederación”

El control obrero, mi estimado, pasa por la ruta de los sindicatos. Mucha atención causó el anuncio de Napoleón Gómez Urrutia sobre la creación de una Confederación Sindical Internacional Democrática. El líder de los mineros, quien cuenta con un poderoso respaldo internacional, los USW, encabezados por Leo Gerard, y por Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, conmocionó las esferas políticas y empresariales.

Justo en momentos en que la otrora poderosa CTM —fundada bajo la promoción del general Cárdenas por Vicente Lombardo y Fidel Velázquez en 1936, en tiempos del general Calles para hacerle contrapeso a la CROM— no encuentra cabida en esta etapa de cuartas transmutaciones. Por décadas la CTM mantuvo su cohesión, explicable en términos de violencia y corrupción por su complicidad con las más altas esferas del poder. Su declive, decadencia y ocaso suceden por varias razones, la falta de liderazgos y su entrega total a los grupos empresariales.

Las recientes huelgas en Tamaulipas son botón de que la CTM y algunos sindicatos con (ni tan) oscuros intereses desafían a Palacio Nacional navegando en un mar de tensa calma. El aumento al salario mínimo, las nuevas condiciones económicas en los estados de la frontera, la nula experiencia de la titular del Trabajo y la resistencia del empresariado a la 4T crearon condiciones para una tormenta perfecta que estalló con varias huelgas y mensajes detonando el pánico en el círculo del Presidente.

Y en esta vorágine surgieron las verdaderas querencias: la CTM en la nula defensa de los trabajadores y la relación (negada) entre la abogada Prieto y Ricardo Monreal. Matamoros como laboratorio de banderas rojinegras mientras las huestes de Gómez Urrutia tranquilizaban ánimos caldeados. En este escenario falta agregar otro hilo (conductor) moreno; el interés de Pedro Haces, secretario del Catem y apoyado por Monreal, para empezar a organizar una base como plataforma para 2024.

Y como a López Obrador le entusiasma el control absoluto, incorpora en su tablero el laberinto sindical donde se opera un camino alterno desde un despacho en Palacio Nacional. El resultado se antoja, nuevamente, de pronóstico reservado.

Huelgas en el norte, botón de que CTM desafía al Presidente