Loca academia de… ¿ciencias y artes?
¿En qué me baso para decirle que esto es maravilloso, emocionante, adecuado, polémico, inteligente,diferenteybienhecho?Digo que es maravilloso, porque es algo que se sale por completo de lo que usted y yo estamos viendo en televisión abierta.
María Magdalena no es Game of Thrones ,pero es mil veces mejor que cualquier telenovela local. Estolotenemosquecelebrar.Digo que es emocionante, porque está escrita con toda la mano. Hay estructura, ritmo, acción, romance, aventuras. Es adecuado, porque aborda los conflictos que se tienen que abordar hoy. La protagonista de esta historia es una persona que le dice cosas importantes a las mujeres del siglo XXI. Es polémico porque es María Magdalena, la que se enamoró de Jesucristo, la pecadora, la de El código Da Vinci.
Inteligente, porque es la fusión perfecta de todo lo que está de moda: las telenovelas bíblicas, la bioseries, las producciones históricas. Esto es una bomba en términos industriales. ¿Le sigo? No, mejor véala, porque es un auténtico privilegio tener esto gratis en las pantallas de nuestro país. ¿A poco no?
Idea millonaria. Una comedia basada en hechos reales sobre todo lo que ha pasado en esta temporada rumbo al Oscar. Bueno, podría ser hasta documental cómico, el hecho es que en la hermosa tradición de ¿Y dónde está el piloto? (Airplane) o Loca academia de... lo que se les ocurra, está a todo lo que da en la vida real. Me encantaría contar esta historia al estilo slapstick (el género al que le acababan poniendo todos esos títulos en español), pero al estilo millennial, empezando por ¿Y dónde está el conductor? (del Oscar) seguido por una versión nacional de ¿Y dónde está el racista?
En serio. En más de 20 años de cubrir las temporadas de premios, jamás había visto tantas estupideces, descontrol y confusión tanto para los de allá, como los de acá. Un resumen rápido de la lo que han anunciado y de lo que luego han retractado para la ceremonia del domingo: “Haremos la categoría de Mejor Película Popular. No, ya no. Casi nos comen vivos por eso. Kevin Hart será nuestro conductor. Kevin Hart no será nuestro conductor. Es más, no habrá conductor. Solo se escucharán dos canciones de las nominadas al Oscar. Oops!..., no perdón. Serán todas. Pero solo 90 segundos.
Ya no se entregarán en vivo las categorías de Edición, Fotografía, Maquillaje/Peinados y Corto de Acción Real en Vivo, sino en los cortes comerciales. No, no nos entendieron. No se enojen Alfonso, Guillermo, Nolan, Spike, solo estamos diciendo que se va a editar y se pasará más adelante. Ok, pues, todas van en vivo”. Ufff. Claro, todo esto tiene que ver con los ratings. Un 33 por ciento de la gente en EU, la base de Donald Trump, dice que no importa lo que hagan, no van a ver una ceremonia del “maldito y liberal Hollywood”, y menos ahora que Bette Midler, gran crítica del personaje naranja, va a cantar “Where The Lost Things Go” de Mary Poppins. También los fans de Emily Blunt querían ya el pasado domingo organizar un boicot al saber esto, pero parece que no han oído a la maravillosa actriz decir que no se atrevería a cantar en vivo. Bette es perfecta.
Y bueno, lo que la Academia no puede cambiar es que quienes amamos películas como Greenbook, La favorita, Vice y claro, Roma, no ocupamos ni el 20 por ciento de las pantallas de cine durante el año. El Oscar es de nicho. Un gigantesco y maravilloso nicho, pero para los amantes del cine. O de un buen show. Sí, más de tres horas tal vez sea mucho, pero a quien le interesa el cine y puede, lo va a ver. Si no pueden poner hasta a Cepillín, pero el rating no va a cambiar. De hecho, va a bajar, porque pierden a su público natural, y definitivamente no ganan al que ve programas matutinos.Claro,cazarracistascomopokémonshasidomuy interesanteydignodeotracolumna(unamás,gracias, Sergio Goyri) al respecto. Pero son villanos tan ridículos, que se quedan bien en las redes sociales, como una tristemenciónenlosperiódicosyenTvNotas.Asíque esta Loca Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas tal vez debería ver todo este caos y hacer una ceremoniadignadequienessíamanelcine.Créanme, hayanunciantes,ymuybuenos,paraesotambién.
Nuestros villanos locales son tan ridículos, que apenas se quedan bien en las redes sociales