El sinsentido de la desunión americana
El miércoles pasado fue el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, el que pidió se diera paso a una Copa América con selecciones tanto de la Conmebol como de la Concacaf. Una reedición del torneo que se llevó a cabo en Estados Unidos en 2016 bajó el calificativo de “Centenario”.
Ayer fue el presidente del Grupo Pachuca, Jesús Martínez, el que aprovechando el mismo foro en el que habló De Luisa, pidió que se haga un torneo de clubes con representantes de ambas confederaciones.
Algo por el estilo tuvo forma los años en los que los equipos mexicanos fueron invitados a la Copa Libertadores. Pero eso se acabó y solo quedan recuerdos no muy agradables, pues nunca se pudo destruir la idea de que los equipos mexicanos eran maltratados.
No sé que vaya a pasar con las peticiones o proyectos de De Luisa y Martínez. Al parecer es más factible que se pueda hacer nuevamente una Copa América con todos los países de América que un torneo de clubes.
Pero la solución que deberían ensayar ambos es muy sencilla, al menos en el campo de la elaboración: que se solicite a la FIFA que una ambas confederaciones en una sola: algo así como la Confederación Americana de Futbol.
Esa es la solución. Mientras se mantenga esta división en un mismo continente todos estos propósitos de unidad van a resultar temporales y casi siempre infructuosos.
El futbol mundial requiere una gran reforma. Hay muchos puntos que no pasan por la reconformación de sus organismos, pero en el caso de América, no hay razón ya para seguir validando esta división.
Mientras el continente americano esté partido dentro de la FIFA no habrá un desarrollo efectivo, ni en el campo deportivo o competitivo… Ni en el económico. El futbol europeo seguirá mandando en todos los niveles, si sus naturales rivales no entienden el sencillo principio de que la unidad es la que les dará fuerza.
En el caso de América, no hay razón ya para seguir validando esta división