“La rutas del gobierno para Pemex, limitadas y hasta contraproducentes”
Para que Pemex sea lo que el Presidente quiere que sea, es decir, el dinamo que mueva a la economía, no basta su nuevo Plan de Negocios, sino que la empresa y el gobierno federal estén dispuestos a tragar sapos para salvar el barco.
Análisis y proyecciones recientes señalan que si bien el rescate de Petróleos Mexicanos es necesario, las rutas que ha trazado la administración federal
podrían ser limitadas y hasta contraproducentes.
Por ejemplo, el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), afirma que el Plan de Pemex tendrá implicaciones fiscales inmediatas y aliviará presiones a mediano plazo. Sin embargo, si no llega a las metas (aumentar la producción, sanear las finanzas, reemplazar importaciones de gasolina, etcétera), el presupuesto lo resentirá en forma de recortes adicionales.
Una de los puntos que Pemex tendría que modificar, a costa
mediáti-casi del impacto co y costo político, es reducir las expectativas del aumento en la producción.
De acuerdo con el IIF (cuyos miembros son bancos comerciales y de inversiones, bancos centrales y fondos de inversión), Pemex quiere conseguir lo que otras energéticas no han podido. “Apunta a un incremento pronunciado de la producción petrolera, lo cual no es algo que no se haya planeado antes, pero está en rangos más altos de lo que otras energéticas han alcanzado”. Otro punto a reconsiderar es el de no endeudar más a la petrolera más endeudada del mundo. Y es que el respiro fiscal planeado para Pemex, por 7 mil 33 mdd, no es suficiente. Por ello, y por la cancelación de las rondas petroleras, el no a la licitación de los farmouts y asociaciones con privados para exploración y producción, las calificadoras revisaron a la baja la capacidad de deuda de la empresa. Fitch la dejó en calidad de “basura”, mientras Moody’s bajó su previsión a “negativa”. Esto
que los costos para refinanciar la deuda serán más altos. Ante el encarecimiento de los intereses y el lastre fiscal que sigue arrastrando la empresa, dicen expertos del Baker Institute, no habría más remedio que emitir deuda.
Otro mantra: reconsiderar el fracking. Cancelar esta práctica, como proponen legisladores de Morena, implica una pérdida de hasta 195 mil barriles diarios de petróleo, dice la Comisión Nacional de Hidrocarburos.
Sin fracking se perdería la tercera parte de lassignifica reservas petroleras