¿Un título inservible?
La primera edición de un torneo que está destinado a reconformar el futbol profesional en Norteamérica fue para el Cruz Azul. Y lo fue de forma merecida. Los dirigidos por el uruguayo Robert Dante Siboldi fueron mejores que los Tigres del experimentado Ricardo Tuca Ferretti.
Los cruzazulinos mostraron, primero que nada, una gran entrega y disposición para disputar esta final. Nadie les puede reclamar concentración y actitud ganadora. Pero todo esto vino acompañado de un estupendo orden táctico, con actuaciones destacadas de algunos de sus elementos: Jonathan Rodríguez en el ataque… Igor Lichnovsky en la defensa… Yoshimar Yotún y Rafael Baca en la media cancha.
El Cruz Azul fue valiente, todo el partido intentó llevar la iniciativa, tener el balón… Nunca les vi un partido así con el portugués Pedro Caixinha al frente. Hay razones para contemplar con optimismo el naciente proceso de Siboldi.
La Máquina también ganó porque los Tigres dieron un pésimo partido. Pese al gol de descuento en el minuto 90 concretado por Guido Pizarro que le metió una tensión muy sabrosa en la compensación. Ya tendrá tiempo Ferretti y su directiva para explicar cómo es que un plantel tan poderoso terminó siendo borrado durante casi todo el partido. Ante un rival que se había mostrado desarticulado anímica y futbolísticamente por los líos que sacuden a su directiva. Destacable que el Cruz Azul no haya cruzazuleado… Aunque suene a lugar común, es algo que no puede ser pasado por alto. Con este carácter mostrado, insisto, tienen otra vez para ilusionarse y no dar por perdida la liga.
Y respecto a la Leagues Cup, la Liga BBVA y la MLS deben pronto revisar con absoluta honestidad la forma poco seria con la que los equipos estadunidenses seleccionados se tomaron el torneo. Se habla de que en la segunda edición se va a ampliar el número de participantes. De nada serviría este crecimiento si no se toman las cosas en serio.
Nunca le vi a Cruz Azul un partido así con el portugués Pedro Caixinha al frente