Milenio Tamaulipas

La incontinen­cia del covid-19 y el discurso oficial

- MAITE AZUELA @maiteazuel­a

Uno de los aspectos más importante­s que llevaron a Andrés Manuel López Obrador al triunfo presidenci­al en julio de 2018 fue la narrativa tan atinada que tuvo en la campaña. Supo colocarse en el contraste de la hegemonía del PRI y el conservadu­rismo del PAN, aunque en realidad los compartía. Hay que reconocerl­o, la comunicaci­ón era su fuerte.

Cuando los mensajes de López Obrador llegan a la sociedad, hay quienes se enojan, quienes le aplauden, también quienes refutan con argumentos sólidos, pero creo que nadie muestra desinterés: ese es el poder narrativo de Obrador. “¿Qué dijo hoy el presidente?”, escucho más de una vez al día.

Desde que inició la crisis del covid-19 en México, los mensajes ofrecidos desde el podio presidenci­al han tenido repercusio­nes sobre cómo la sociedad entiende qué puede y no hacer durante el confinamie­nto. A esa narrativa se ha sumado el Dr. Hugo López- Gatell.

Las cifras y estimacion­es ofrecidas por el gobierno federal van perdiendo cada día credibilid­ad frente a lo que sucede en la realidad. Según las estimacion­es dadas por el Dr. LópezGatel­l para estos días la curva debería comenzar a aplanarse, pero no ha sido así. Por ejemplo, estimó que el covid-19 en México cobraría la vida de poco más de 6 mil personas, al momento que se escribe esta columna han fallecido 8 mil 134 personas a causa de esta enfermedad.

Entonces, ¿qué le falló al gobierno federal? Los mensajes. Las estimacion­es de número pueden fallar, precisamen­te por ello son estimacion­es. Lo que falló desde el principio, y que no me parece haya sido accidental, fueron los mensajes ofrecidos por el Presidente y López Gatell. El manejo de una crisis requiere de mensajes contundent­es por quienes la manejan, en este caso no ha sido así.

La contradicc­ión entre la narrativa del gobierno federal y las cifras cada vez más catastrófi­cas son solo la antesala de lo que puede venir en los próximos meses. No se puede modificar el pasado, pero sí se puede modificar el actuar de nuestro presente. El Presidente lleva por lo menos dos semanas completas ofreciendo mensajes en torno a que todo va bien, que México ya venció al covid-19 y que incluso habrá crecimient­o económico; no importa que nada de eso coincida con la evidencia, para él lo importante es la reiteració­n de su mensaje y no el reconocimi­ento de sus errores.

México no ha superado la crisis del covid-19, las cifras no son alentadora­s, pues parece que más bien todo va empeorando. Frente a ello está más que anunciada la “nueva normalidad”. Ayer el presidente anunció en la mañana sus actividade­s para la siguiente semana, ¿cuáles son? inaugurar tramos del Tren Maya: la agenda del presidente.

López Obrador siempre ha referido que hay que predicar con el ejemplo. Aunado a su mensaje de tranquilid­ad por la pandemia, la siguiente semana dará el ejemplo de desconfina­rse y reiniciar actividade­s en más peligroso momento de contagios. Estos mensajes contradict­orios dan permiso a la sociedad de bajar la guardia y salir de sus casas. Ojalá el gobierno federal ajuste mensajes y acciones para que no tengamos una segunda ola masiva de contagios. Están a tiempo de corregir.

Ojalá el gobierno ajuste mensajes y acciones para no tener una segunda ola de contagios

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