Fueron desalojados hace 11 años, ahora viven en el olvido
Promesas fallidas. En septiembre de 2009 fueron sacadas cientos de familias que mantenían ocupado el predio Mano con Mano para ser reubicadas en zona lejana
Han pasado casi 11 años del desalojo y enfrentamiento entre policías y familias residentes de la invasión Mano con Mano en el municipio de Tampico, fecha que hasta el momento vive en la memoria de cientos de personas. La promesa fue llevarlos a un nuevofraccionamiento,concasasabase de material, las cuales podrían adquirir con facilidades de pago paraquepudierandejarsushumildes viviendas de lámina y cartón; prácticamente cambiar sus vidas.
Fue el pasado 24 de septiembre del año 2009 cuando centenas de familias fueron sacadas a la fuerza, dejando como saldo al menos 200 detenidos, otros heridos y casas destrozadas.
Fue ahí cuando comenzó el verdadero calvario de las familias de la Mano con Mano, todos de oficio pescadorenelcasodelosvaronesy despicadoras de camarón en el caso de las mujeres.
Lo que creyeron sería una mejor oportunidad de vida, a final de cuentas salió peor, ya que fueron reubicados al municipio de Altamira, específicamente al Fraccionamiento de nueva creación en ese entonces denominado Unidos Avanzamos Más.
Aunque en 10 años, los avances no han sido muy significativos. A pesar de ser un conjunto habitamales, cional, el 80 por ciento de las calles se encuentra sin pavimentar.
Los ciudadanos perdieron sus empleos por la lejanía de sus nuevas casas. La única escuela cercana se saturó por la llegada de más niños a la periferia. No había suficiente transporte público. Los servicios básicos como el agua y la luz, fallan constantemente.
Estooriginóqueel50porciento decidieraabandonarsusviviendas, de un total de 700 que había construidas y ahí inició otro problema, la inseguridad.
Muchas fueron desvalijadas completamente y otras fueron invadidas. En el peor de los casos, fungía como refugio de malvivientes que se dedicaban a delinquir.
A lo largo de casi 11 años y con el esfuerzo de cada uno de los ciudadanos honestos que aquí viven, la convivencia ha mejorado, pero no ha venido a la par con la mejora económica y en cuanto a obras y servicios, también existen necesidades.
El gestor Fredy Antonio Torres Mar, líder de este fraccionamiento desde su fundación, señaló que para salir adelante, quienes optaron porquedarsesetuvieronqueadaptarybuscarotrotipodeempleopara sostener a sus familias.
"Ahorasonempleados,ayudantes de albañil, paileros, soldadores, las mujeres a la venta de ropa usada, de comida, principalmente taVialidades tuvieron que optar por esas labores para generar recursos".
Inclusive también optaron por ser pepenadores y todos los días acuden al relleno sanitario de TecMedubicadoenAltamiraenbusca de algo de valor que puedan vender o reciclar para sacar unas monedas. "El hecho de que se vean las casas de material no significa que la gente viva bien o lo que se pueda considerar digno".
Por su parte Raquel Loredo Ruíz, otra de las líderes representativasdeestefraccionamiento,reconoció que en la Mano con Mano vivían con carencias y que al llegar a su nuevo hogar las cosas siguieron igual.
"Veníamos por un mejor vivir y realmente fue peor porque llegamos para Altamira sin trabajo. No hay escuelas, realmente muchas de las familias se quedaron en Tampico mientras que otros dejaron las casas".
Este conjunto habitacional es muydiferentealosqueseconocen tradicionalmente. La mayor parte de sus calles son terracería.
Gran cantidad de predios se encuentran enmontados. En otras zonas parece pueblo fantasma. Viviendasabandonadas,rayada scon graffiti, desvalijadas.
Ellos no pierden la fe y también construyeron una iglesia con madera. No tiene paredes, solo un techo y las imágenes religiosas.