J&J inicia fase 3 de su vacuna de una sola dosis contra covid
“Uso de emergencia”. La compañía probará su prospecto en 60 mil personas de tres continentes; prevé producir mil millones de inmunizaciones para 2021
los numéricos: “El problema es que la gente asume que el capital natural es un bien gratuito, y si no se le pone un valor, le darán una valoración de cero”.
Lorealmenteinteresanteesque estenuevoempujeparacuantificar el problema refleja otro imperativo: el tema de la biodiversidad aún puede convertirse en una herramientaparaforjarunmínimoconsenso sobre lo “verde”.
Si bien la cuestión del cambio climático y las emisiones de carbono suele ser políticamente polarizador, sobre todo en países como EU, hablar de biodiversidad es menos polémico. Algunos republicanos, por ejemplo, encuentran más fácil adoptar políticas etiquetadas como “protección ambiental” que como “cambio climático”.
Lo mismo ocurre en el escenario internacional. Las discusiones sobre el cambio climático a menudo desatan un juego de culpas entre países como Estados Unidos y China, al plantear preguntas sobre quién es responsable de las emisiones —los que anteriormente contaminaban mucho o las naciones que se están desarrollando activamente— y, por lo tanto, quién debería frenarlas de manera más agresiva. El presidente de EU, Donald Trump, y el de China, Xi Jinping, intercambiaron críticas sobre esto en la ONU esta semana.
Sin embargo, los debates sobre la biodiversidad suelen centrarse más en la mitigación y la resiliencia. Esto todavía puede provocar peleas (como se vio durante las recientes batallas entre el presidente brasileño Jair Bolsonaro y los activistas ambientales en torno a la destrucción de la selva tropical en la Amazonia), pero en general tienden a ser menos duras.
“Podemos discutir sobre las causas del cambio climático… pero no sobre lo que está sucediendo ahora”, dice Paulson. “Así que encontraránpersonasqueseunen y dicen: ‘¿Qué debemos hacer para protegernos contra las perturbaciones climáticas como tormentas e incendios forestales?’”.
Por supuesto, las esperanzas pueden llegar a ser ingenuas, al tener en cuenta que la pandemia del Covid-19distraealosresponsables de la formulación de políticas y reduce el nivel de recursos financieros disponibles para proteger la naturaleza o cualquier otra cosa. Pero,lapandemiatambiéndemostró claramente el costo de ignorar la ciencia y nuestra conexión global; de hecho, los defensores de la biodiversidad argumentan que la propagación de enfermedades zoonóticas —las que saltan de los animales a los humanos— es en parte resultado de nuestra falta de respeto por el capital natural.
De cualquier manera, vale la pena recordar al menos a las ballenas, ellas muestran cómo las ortodoxias pueden cambiar, incluso en la economía.
Johnson & Johnson (J&J) se convirtió en la primera firma farmacéutica líder en probar una vacuna de una sola dosis contra el covid-19 con el inicio esta semana de un ensayo clínico de fase 3 en el que participarán 60 mil personas en tres continentes.
La decisión de la compañía de buscar un producto de dosis única puede ayudar a que sus ensayos avancen con mayor rapidez que los de los rivales que tienen que aplicar dos inyecciones, a pesar de que algunos de los otros productores de vacunas comenzaron sus grandes estudios en mayo y julio.
Los investigadores pueden comenzar a medir la eficacia a partir de dos semanas después de la primera dosis, en lugar de esperar cuatro semanas adicionales para que un participante reciba una segunda inyección.
Paul Stoffels, director científico de J&J, dijo que una sola dosis puede ser “muy importante para el uso de emergencia”, ya que puede desplegarse rápidamente. La compañía se comprometió a producir mil millones de dosis para finales de 2021. Los resultados positivos de un ensayo clínico reciente más pequeño, que se publicarán pronto, sugieren que una sola dosis puede ser suficiente para brindar protección.
Stoffels agregó que todas las vacunas principales utilizaban la proteína espicular distintiva del virusSars-Cov-2paralograrqueel sistemainmunológicolareconozca,peroJ&Jtomómástiempopara optimizar su “potencia”.
Otra ventaja para J&J es que su vacuna candidata no necesita mantenersetanfríacomootras,lo cual es importante para su distribución a los países en desarrollo.
La plataforma de vacunas que se utiliza —basada en un adenovirus— tiene un buen historial, con más de 100 mil inmunizaciones con el mecanismo de administración, indicó Stoffels. “Ya se utilizó para Zika, VIH (la enfermedad respiratoria), RSV y Ébola”, dijo.
J&Jprometióquelavacunaestará disponible “sin ánimo de lucro” mientras dure la pandemia. La compañía recibió financiamiento del gobierno de Estados Unidos como parte de la Operación Warp Speed para acelerar el desarrollo y se trabaja con los Institutos Nacionales de Salud federales (NIH, por su sigla en inglés).
Los NIH ayudaron a financiar el ensayo clínico con 193 millones de dólares hasta ahora —y espera gastar 480 mdd—, según Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EU.
Los datos del ensayo clínico de fase 3 se examinarán por primera vezcuandolleguea20infecciones por covid-19, ya sea en el grupo vacunadooeneldeplacebo,informó la firma, y finalizará cuando llegue a 154 participantes que desarrollen la enfermedad. La prueba se realizará en diferentes lugares en EU y varios países de América Latina, entre ellos Perú y Sudáfrica.
Además, J&J trabajará con Reino Unido para hacer pruebas de un régimen de dos dosis.
El doctor Fauci dijo que espera que el ensayo de la vacuna de J&J termine uno o dos meses después de las pruebas que comenzaron a finales de julio de las vacunas desarrolladas por Moderna y por Pfizer y su socio BioNTech.
“Podríamos predecir que lograremosunarespuestadelosensayos que comenzaron en julio en algún momento de noviembre o diciembre. Es concebible que eso pueda ocurrir antes, puede ser en octubre, que es poco probable, pero no imposible”, dijo.