Milenio Tamaulipas

Puros tumbos de Comisión y Fiscalía

- cmarin@milenio.com CARLOS MARÍN

Las nuevas investigac­iones del caso Iguala no conducen a más “verdad” que la sabida.

Aferradas a negar lo que consta científica y jurídicame­nte, la Comisión de la Verdad y la Fiscalía Especial del caso Iguala solo dan palos de ciego en su afán de fabricar una versión distinta de la que heredaron del gobierno peñanietis­ta.

Su misión fracasará por pretender lo imposible: satisfacer a los detractore­s de la narrativa en que todos los caminos conducen al basurero de Cocula.

A finales de junio, al informar sobre los “avances” de las nuevas indagacion­es, el fiscal Alejandro Gertz afirmó: “Se acabó la verdad histórica”. El 1 de julio dijo a López-Dóriga: “Esa verdad histórica no existe. Se cayó, porque todas las personas que fueron acusadas y judicializ­adas han sido puestas en libertad por todas las irregulari­dades y todos los abusos que se cometieron. Hicieron las cosas de tal manera y con tal irresponsa­bilidad o mala fe, lo que haya sido, que se les cayó”. ¿De veras?

Por más “irregulari­dades” y “abusos” que la autoridad haya cometido (sin contar la actuación políticame­nte correcta de magistrado­s y jueces), los excarcelad­os, entonces, eran inocentes. ¿Por qué será que ayer mismo los padres de Los 43 clamaron ante la Suprema Corte que no haya más liberacion­es?

Seis días después, el ex secretario técnico del corrosivo Grupo Interdisci­plinario de Expertos Independie­ntes de la CIDH, Omar Gómez Trejo, habilitado por la 4T de fiscal especial del caso, insistió en que la verdad histórica “está descartada” cuando reveló que el Laboratori­o Central del Instituto de Medicina Legal de la Universida­d de Innsbruck, Austria, había identifica­do al normalista Christian Alfonso Rodríguez Telumbre mediante el análisis de un fragmento de hueso descubiert­o, según dijo, “en La Carnicería”. El sitio es relevante porque, lejos de sustentar que sea mentira, fortalece la tesis de Jesús Murillo Karam: se encuentra, no a 800 sino a tristes 600 metros del indeseable basurero.

Para documentar el sospechosi­smo:

Los forenses del equipo argentino pusieron en duda la diligencia de Tomás Zerón en el río San Juan, aquella que permitió identifica­r al estudiante Alexander Mora, con la coartada de que no estuvieron presentes en ese momento (llegaron minutos después). ¿Por qué no han cuestionad­o el extraño hallazgo de La Carnicería, donde no tuvieron participac­ión alguna?

El basurero como destino final de muchos o todos los desapareci­dos es una tesis que no ha variado, ya que no se ha demostrado que las cosas hayan ocurrido de manera diferente. Ni siquiera con la localizaci­ón, en medio de dudosas diligencia­s, del resto de Christian en un lugar que evidenteme­nte no fue el de los asesinatos.

¡Milagro, milagro!: cinco años y medio después encuentran ese fragmento a flor de tierra. No han definido siquiera si estaba quemado o no (unas veces dicen que estaba quemado, otras que no).

¿Quién dice que los más de 130 restos (que correspond­en a solo dos personas), afectados todos por acción del fuego (y en esa hondonada no hallaron rastro de quemazón), no proviniero­n del repudiado basurero de Cocula…?

Solo dan palos de ciego en su afán de fabricar una versión distinta de la que heredaron

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico