¿Qué no entienden de la Guardia Nacional?
Hemos perdido además de la capacidad de asombro, la capacidad de escuchar. Esta semana, nuevamente la polémica política gira en torno a la Guardia Nacional por el probable cambio de secretaría. Lo que no se entendió es que el Presidente lo quiere hacer hasta 2023; no se entendió que faltan dos años y que dependerá de muchos factores para que se llegue a dar este cambio.
Hoy, lo que debe entenderse es que la seguridad sigue siendo la principal demanda ciudadana. Debe entenderse que la Guardia Nacional es una respuesta federal a las grandes amenazas y realidades de la seguridad interior en México y, por ello, se le debe dotar de todo lo que necesite.
Se ha insistido y comparado a la GN con la extinta Policía Federal. Nuevamente, se debe entender en su justa dimensión lo que es la Guardia Nacional; se debe entender que aun y a pesar de estar formada en su gran mayoría por personal militar, no hay improvisación ni desconocimiento de todo lo que implica seguridad pública, o bien, seguridad intermedia.
Tantosoldadosymarinosllevanmásde20 años en las calles, coadyuvando y, en su caso, supliendo a policías, estatales y municipales justo en la tareas que les corresponden a las policías. Este tiempo les ha dado a los militares un real y profundo conocimiento de lo quesucedeenlascallesy,porsupuesto,lasestrategiasparahacerlasmásseguras.
Los espacios que los militares y la Guardia Nacional han recuperado de manos de la delincuencia se vuelven a perder una y otra vez. Lo que debe entenderse, y de manera urgente, es que si no hay un fortalecimiento institucional para las policías mexicanas, entonces el círculo vicioso seguirá siendo eterno y los mexicanos seguiremos viviendo en la zozobra.
Debe entenderse qué tipo de instituciones de seguridad necesita el país. Debe entenderse que la seguridad en México no está militarizada; de estarlo, entonces los resultados, por mucho, serían otros.
Se debe entender que la gente confía en la Guardia Nacional y que debe fortalecerse cada vez más.
No ha sido la estrategia ni la operación militar, o bien, la Guardia Nacional lo que ha fallado. La principal debilidad de la seguridad en México es cómo la han politizado. Ojalá se entienda.
Cabo de guardia
Otra polémica de la semana fue el robo de cartuchos que sufrió la empresa Industrias
Tecnos. Polémica, debido a que surgieron muchas voces que creyéndose expertos en balística, criminología y sociología llevaron el tema hacia análisis inútiles y falsos.
Vale la pena aclarar que, al tratarse en su gran mayoría de cartuchos deportivos calibre .22 milímetros, los delincuentes que los robaron no tenían la menor idea de qué tipo de carga llevaban.
El jueves pasado apareció la carga completa, abandonada por la sorpresa de no ser cartuchos de uso y útiles para la delincuencia, además de que comercializar una cantidad tan grande de cartuchos en el mercado negro iba a ser una tarea titánica; afortunadamente dejaron la carga.
El esfuerzo y la presión ejercida por la Guardia Nacional, por la XII Región Militar y por las Fiscalías General de la República y la de Guanajuato fueron sin duda la diferencia para que todo haya resultado de lo mejor.
Este es un claro ejemplo de coordinación entre instituciones. Sí se puede.