Drenajes, historias y personajes en el sistema acuífero de Ciudad de México
El libro narra desde la inauguración del desagüe en el país, hasta la cuenca del Valle de México
Drenajes (Almadía) es un libro de ensayos que rompe con lo establecido para poder leerse como una novela de aventuras, casi un thriller.
Arranca con Servando González, cineasta consentido de Luis Echeverría, quien registró la matanza del 68, pasando por el dictador rumano Nicolae Ceaușescu, que apadrinó la inauguración del sistema de drenaje profundo en nuestro país, hasta sumergir al lector en la historia del agua en la cuenca del Valle de México.
El escritor Diego Rodríguez Landeros dice que mientras estaba en la facultad no se encontró cómodo en la narrativa ni encajó en otro género literario, hasta que se topó con el ensayo, que se convertiría en una pasión.
Arrancas con el 68 y un personaje misterioso.
Yo quería comenzar con una historia muy peliculesca y la conjunción dedos mundos distintos como son México y Rumania, que en apariencia parece que no tienen nada que ver y se descubre que sí. Además, me gusta mucho el cine y la historia del cineasta Servando González. Es muy interesante.
Echeverría alimentó el amor propio de González (de quien se dice que escondió todo el material de la matanza de Tlatelolco) otorgándole reconocimientos y difusión internacional.
“En 1975, dentro del marco de la visita de Ceaușescu a México, se celebraron intercambios culturales. Echeverría envió a Rumania un ballet folclórico y una copia de Yanco, de González, que fue anunciada como la mejor película mexicana del siglo XX”, cuenta Rodríguez Landeros en su libro.
¿Cómo construyes la red de drenaje literario?
Descubrí que el ensayo era el género que a mí me acomodaba. Yo soy un defensor de que el ensayo permite conectar investigación con narración, ficción, y todos los recursos literarios creo que caben en esa caja de herramientas que es el ensayo. Los textos de Drenaje son un ejemplo más de la versatilidad del género.
La historia en la cuenca del Valle de México es de película.
Hay cosas muy rocambolescas alrededor que parecen sacadas de la mente de una novelista delirante y sin embargo así está construida. La ciudad funciona y se mantiene en una especie de cuerda floja, al límite, con 22 millones de habitantes sacando agua del subsuelo mientras se hunde, y trayendo agua de cuencas lejanas. Es el delirio absoluto y yo quería reflejar esto en el libro.
¿Crees que en el libro hay una denuncia?
El libro no se puede leer como uno de denuncia pero se señalan hitos importantes en la administración de los paradigmas hidráulicos.