No es a quién conoces sino cuándo
Dime con quien te juntaste y te diré qué tan rico eres. Esta variante del dicho popular es lo que Raj Chetty, de la Universidad de Harvard y otros investigadores concluyeron en un estudio recién publicado.
Resulta que, según el estudio, uno de los mayores determinantes del éxito económico futuro de las personas, más que la calidad de la educación disponible, el acceso al empleo y el nivel de riqueza de los padres, son las amistades que frecuentamos de niños. Tener interacciones de pequeños con amigos ricos mejora el potencial económico de los niños pobres; dicho de otra forma, detona su movilidad social.
Es fácil apreciar cómo tener amigos ricos en edad adulta puede ser útil para avanzar nuestros intereses monetarios. Nos pueden ayudar a conseguir un trabajo mediante sus contactos o prestar dinero, por ejemplo. Pero lo interesante de los resultados de la investigación es que muestra que el mayor impulso lo dan los amigos ricos de la niñez.
Esta conclusión no parece muy intuitiva. ¿Cómo las conexiones que hace un niño de bajosrecursosconlosdealtosrecursospuedengenerar un beneficio económico tan importante a largo plazo? La respuesta corta es la influencia positiva que pueden llegar a tener estas relaciones. En la niñez se forman las aspiraciones y se adquiere la seguridad para perseguirlas. Si un niñodeescasosrecursosnotieneconocidosque hanidoalauniversidad,esmuyprobablequeno sea uno de sus objetivos de vida. En contraste, si semueveenuncírculoenelquelospapásdesus amigos son exitosos profesionistas, puede que lo considere. Nuestro futuro mejora de la mano de nuestras aspiraciones.
Podemos apreciar cómo pesa la influencia