Noviazgos que presagian tragedias
Es terrible e indignante lo sucedido en Orizaba, Veracruz recientemente, donde un tipo desquiciado agrede a su esposa en un arranque de celos y la envía al hospital con graves heridas.
Los hijos de este, por defender a su madre, lo acuchillaron causándole la muerte y son detenidos por la policía.
En Juárez, Nuevo León, otro perturbado mental, también trastornado por los celos, asesina a su pareja con un cuchillo y después a sus dos hijastras, para finalmente suicidarse colgándose del cuello en el patio de la casa.
Pero estas escenas infernales y sacadas de un manicomio surrealista, no empezaron de un día para otro.
Comenzaron a tejerse muchos años atrás, cuando dos personalidades gravemente perturbadas se conocieron y creyeron que “se enamoraron”:
Una de esas personalidades era la de unLas psicópata, machista, hijo de padres fracasados. Controlador y posesivo, con terribles complejos de inferioridad que trataba de compensar siendo agresivo con su pareja. Abusivo y cobarde, manipulador y narcisista.
Y la otra, la de una mujer con personalidad depresivo-masoquista, educada con la autoestima hecha pedazos y que creció creyendo que el amor era sinónimo de violencia, maltrato y sumisión. Que nunca supo poner límites y se aferró a esa forma de vida retorcida.
En Orizaba, la permisividad de esa mujer llevó a sus hijos a convertirse en asesinos por defenderla y les arruina la vida. En el caso de Nuevo León, la misma historia de tolerancia hacia un celoso enfermo acomplejado.
Ninguno de esos tipos comenzó el noviazgo con cuchillo ni amenazas homicidas. Empezó en cosas muy sencillas pero enfermas como los celos… y pensaban que eso era “romántico”.
El control de las refuerondes sociales de su pareja y su vestimenta, el prohibirle amistades. De ahí subió a los insultos y humillaciones para hundir la seguridad de la chica.
Luego jalones y cachetadas, golpes con el puño cerrado y patadas. Y finalmente el arma homicida, las masacres, los suicidios.
Una historia que tuvo como origen un concepto retorcido del amor y que de a poco fue normalizando lo que siempre fue aberrante. Las “red flags” que fueron ignoradas, cuando debimos detenernos hace mucho tiempo.
“red flags” que ignoradas, cuando debimos detenernos hace mucho tiempo
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