La final de Sólo las más de La más draga
El final de Sólo las más de La más draga fue tan bueno, pero tan bueno, que ya lo hubieran querido en muchas televisoras nacionales e internacionales.
¿Qué fue lo que pasó? Que tuvimos un desenlace en vivo que duró tres horas, sin considerar la alfombra roja. Que la producción fue impecable, espectacular, y tuvo más números musicales que los talent shows más especializados. ¡Increíble!
Para verlo en línea había que contratar una membresía mínima de 199 pesos mensuales. Eso es mucho más de lo que cuestan la mayoría de las películas y las plataformas que tenemos en el mercado. Y en menos de 12 horas había más de 600 mil miembros.
El final de Sólo las más fue un verdaderoacontecimientoporque esto no viene ni de los más posicionadoscanalesdetelevisiónnidelas más ricas corporaciones.
Le juro que ahora sí podemos hablar de una inclusión tan hermosa que momentos que pudieron haber sido de alta violencia, como el esperadísimo encuentro entre Wendy Guevara y Lolita Cortés, terminaron en una oda al amor y al respeto.
Los genios detrás de la final fueron tan sabios y responsables que entremusicalymusicallehicieron un homenaje a Samantha Flores García, figura fundamental de la historia LGBT. Todo estuvo bien: la ganadora, los premios, las conducciones, los invitados, las coreografías, hasta los “letreritos” en pantalla. ¡Qué derroche de talento! ¡De vestuario! ¡De coreografías! ¡Qué manera de poner en alto la cultura drag!
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No le voy a contar detalles para que corra a suscribirse y a gozar con esto. Es lo más justo. Todo mi amor, respeto y cariño para todas, todos y todes los que estuvieron involucrados.