CÓMO SE CONSTRUYE LA IDENTIDAD DE GÉNERO
La construcción de la identidad de género y su definición como mujeres o varones, implica analizarla como algo complejo y demostrar la necesidad de articular la categoría con otras, como “diferencia sexual” y “diferencias anatómicas o de sexo”.
La socialización del género desde la sociobiología, lo cognitivo-evolutivo de la psicología social, toma en cuenta el desarrollo moral y la adquisición de la constancia e identidad para la tipificación de niñas y niños a partir de su socialización; entre los 5 y 7 años.
Kolbert dice: cada infante se socializa a sí mismo/a; aprende en la escuela y en la casa de las actitudes estereotipadas, con ellas identifican un modelo para sí -el opuesto- y el binarismo sexual.
Carol Gilligan afirma que las chicas no son menos maduras en juicios morales que los varones, razonan diferente sobre los dilemas morales; su visión es distinta. Gilligan no considera al androcentrismo e infravaloración social en la simbólica del género.
Nancy Codorro y otras psicoanalistas feministas diferencian la importancia e impronta del psiquismo infantil, considerando la diferencia de trato que da la madre hacia un hijo o una hija.
La sociología ve la diferencia anatómica y los papeles de género; la biología habla de diferencias ocultas (hormonales, genéticas, gonadales, anatómicas, fisiológicas), distintas a la anatomía aparente.
Para Lamas, el reto actual, viendo el aporte de distintas corrientes feministas, propone dejar toda la experiencia personal marcada sólo por el género, en tanto construcción simbólica de lo social, sobre la anatomía diferenciada y concibe que cada quien elabore su diferencia sexual, como subjetividad inconsciente, permitiéndole identificarse libremente en femenino-masculino.
Lacan investiga el cuerpo simbólico, el imaginario. La identidad sexual comprende la intersección conceptual vinculando cuerpo, género e identidad, donde se origina la multiplicidad de “identidades” que observan mujeres y varones, más allá de concepciones biologicistas. Comprender que identidad social de mujer, su posición psíquica, “sentirse” mujer y femenina. Asumir los atributos que la cultura asigna a las mujeres, no son procesos mecánicos e inherentes al hecho de tener cuerpo de mujer o de habérsele inculcado por los procesos educativos a la persona.
Judith Butler, feminista deconstruccionista, argumenta sobre el conflicto del sexo/género/identidad, viendo al género como “performance”, actuación cuya condición coercitiva o ficticia se presta a un acto subversivo. El género es performativo, acto intencional o estrategia que pone en escena la interacción con los otros y cuya plasticidad está dada por lo contingente.
Así es posible subvertir al género, resignificándolo del binario varónmujer, inclusive, mediante nuevas ejecuciones de un género confuso-ambiguo, actuado por minorías hasta ahora no concebidas.
Plantea como posible elegir nuestro género, resignificado, interpretando normas del género de modo que reproduzca y reorganice, mediante versiones propias ejecutadas como lo genuino para cada uno(a).
Esta reconceptualización radical de la identidad abre una mayor capacidad de acción consciente, excluida por las diferentes posiciones feministas que subrayan la matriz heterosexual y “consideran que las categorías de identidad son fundacionales y fijas”. Butler recientemente dio un giro hacia el psicoanálisis, empeñándose en teorizar la identidad como una disposición compleja, formada mediante la pérdida y la ambivalencia, la melancolía y la finitud.
Dada la complejidad en la construcción de la diferencia sexual en niñas y niños, el profesorado debe tener un criterio amplio y clara formación para saber tratar y escuchar al alumnado con respeto, en igualdad de oportunidades, trabajar incluso si es necesario conforme a las características grupales, en acciones afirmativas a favor de las minorías o personas vulnerables dentro del aula. Pues no solamente podemos encontrar niñas maltratadas en un grupo, también pueden existir doble o triple discriminación si se cruzan las variables de género, etnia, clase social, edad, discapacidades, entre otras más. REFERENCIAS: • Buttler, Judith. 2006. Deshacer el género, Barcelona: Paidós Studio 167. 2000a Antigone’s Claim: Kinship Between Life and Death. Nueva York: Columbia University Press. • 2000b. “Restaging the Universal: Hegemony and the Limits of Formalism”, en J. Bugler, E. Laclau y S. Zizek (Eds.), Contingency, Hegemony, Universality: Contemporary Dialogues on the left. Londres: Verso. • 997a. The Psychic Life of Power: Theories in Subjection, Stanford: Stanford University Press. • 997b. Excitable Speech: a Politics of the Performative, Nueva York: Routledge. • 1996, “Gender as Performance”, en P. Osborne (ed.), A Critical Sense: interviews with intellectuals. Londres y Nueva York: Routledge. Pp. 109-26. • 1995a. “Contingent Foundations: Feminism and the Question of “Postmodernism”. S. Benhabib; J. Blutler; D. Cornell y N. Fraser. • 1995. Feminist Contentions: a Philosophical Exchange. Nueva York: Routledge. Pp. 35-58. • 1995b.“For a Careful Reading”. Feminist Contentions: a Philosophical Exchange. S. Benhabib; J. Blutler; D. Cornell y N. Fraser (Eds.). Nueva York: Routledge. Pp. 127-44. • 1990. Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity, Nueva York: Routledge. • Butler, J. y J. W. Scott (Eds.). 1992. Feminist Theorize the Political, Nueva York: Routledge. • Chodorow, N. (1984) El ejercicio de la maternidad. Barcelona: Gedisa. • Epstein, D. y R. Jhonson (2000). Sexualidades e institución escolar. Morata: Madrid. • Kohlbert, Lawrence (1966). “A cognitive-developmental analysis of children’s sex-role concepts and attitudes”, en E.E. Maccoby (Ed.) The development of sex differences. Stanford, CA: Stanford University Press. (1969). “Stage and sequence: The cognitive-developtmental approach to socialization”,en D.A. Goslin (Ed.) Handbook of socialization theory and research. Chicago: Rand McNally. • Gilligan, C. (1982) In a different voice: Psycological theory and womens’s development. Cambridge, MA: Harvard University Press. • Lamas, M. (1999) “Género, diferencia de sexo y diferencia sexual”. ¿Género?, Debate Feminista, 10; 20: 84-106.
Asumir los atributos que la cultura asigna a las mujeres, no son procesos mecánicos e inherentes a tener cuerpo de mujer