MARIANA LÓPEZ ORTEGA
Instituto Nacional de Geriatría.
La población mexicana está envejeciendo a un ritmo acelerado y se espera que, en menos de 20 años, la proporción de adultos de 60 años y más se duplique. En el año 2015, este grupo de la población superó por primera vez al grupo de los niños de 0 a 4 años y se espera que en 2050 las personas mayores lleguen a representar 25% de la población. El envejecimiento poblacional y el cambiante perfil de salud- enfermedad hacia un constante incremento de enfermedades crónicas y sus consecuencias, imponen importantes retos económicos, sociales y de atención en salud. Uno de los retos es contar con servicios adecuados que permitan atender las necesidades derivadas de estos cambios.
Por otra parte, la falta de un sistema profesional y especializado de cuidados de largo plazo delega a la familia el cuidado y atención de los adultos mayores, que la convierte en la fuente principal de soporte y de cuidados.
El conocimiento científico sobre envejecimiento en México ha crecido de manera significativa; sin embargo, la investigación sobre la magnitud y el valor del apoyo familiar a los adultos mayores a nivel nacional es aún escasa.
Contribuyendo en este sentido, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publica anualmente las cuentas satélites como parte del Sistema de Cuentas Nacionales de México. Específicamente, la Cuenta Satélite del Sector Salud de México (CSSSM) permite dimensionar la importancia de este sector, al estimar el valor de producción y la estructura del sector salud, así como la valoración del Trabajo No Remunerado que los hogares destinan a la Salud (TNRS).
Para el año 2016, la CSSSM (año base 2013) reporta un Producto Interno Bruto (PIB) del sector salud con respecto del PIB nacional equivalente al 5.6% de la economía nacional. De este total, 4.2% equivale a actividades económicas del sector salud y 1.5% es el valor del trabajo no remunerado en cuidados de salud. Así, del total del PIB del sector salud, 74.4% corresponde a las actividades económicas del sector y 25.6% al TNRS. Del 1.5% del PIB que representa el TNRS, 0.4% del PIB corresponde al valor de los cuidados a personas de 60 años y más.
Los cuidados a personas de 60 años y más han crecido como proporción del total de cuidados de salud en los últimos siete años (2009-2016), representando 23.5% del TNRS en 2009 y 25.5% en 2016 por un valor de 73,679 millones de pesos. Como sucede con el cuidado a otros grupos de edad, los cuidados de salud dentro del hogar destinados a personas de 60 años y más son realizados principalmente por mujeres, quienes aportaron 72% del total del valor económico por un promedio de 7.2 horas por semana, comparado con 4.8 horas dedicadas en promedio por los hombres.
En cuanto al total de tiempo destinado a dichos cuidados, los hombres realizaron 32.3%, y las mujeres 67.7%. En cuanto a la proporción de tiempo dedicado por tipo de actividad realizada, destacan: bañar, asear o arreglar a la persona mayor y darle de comer o ayudarlo a hacerlo, que representan 43% del total del tiempo dedicado a los cuidados.
Esta información hace clara la importancia de estimar el valor económico de los cuidados a las personas mayores y visibilizar así la enorme contribución del trabajo no remunerado y contar con insumos para el diseño de estrategias de apoyo a estos cuidadores.
Por otra parte, da cuenta de las persistentes inequidades de género al ser nuevamente en las mujeres sobre quienes recae la mayor carga de estos cuidados. Esto, en un gran número de ocasiones, en detrimento de su salud física y emocional, así como de su desarrollo personal y profesional.
Es claro también que es indispensable apoyar a quienes brindan cuidado a las personas mayores, para disminuir, en la medida de lo posible, el impacto negativo que frecuentemente genera la intensidad del cuidado en la salud física y emocional de quienes ahora asumen estas tareas. Un gran número de países tanto de ingresos altos, como de ingresos medios, similares a nuestro país, han desarrollado múltiples estrategias de apoyo a las personas cuidadoras. Los tomadores de decisiones pueden revisarlas y considerar su factibilidad para ser replicadas o adaptadas en el país.
Como sucede con el cuidado a otros grupos de edad, los cuidados de salud dentro del hogar destinados a personas de 60 años y más son realizados principalmente por mujeres
FUENTE: Elaboración propia a partir de información generada en el INEGI.