JOSÉ MARÍA MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Senado de la República
Como sabemos, la igualdad de género en las políticas públicas sigue siendo uno de los temas pendientes de la transición democrática. Casos sobran en los partidos políticos, el Tribunal Electoral, el sector público y en la iniciativa privada. Lo más condenable de esto es la remuneración salarial. El artículo 86 de la Ley Federal del Trabajo señala que, a trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia, corresponde un salario igual. Sin embargo, este mandato sigue siendo una aspiración, en particular para las trabajadoras.
Estudios recientes muestran que el ingreso es uno de los rubros donde más se marca la desigualdad de género, debido a que una cantidad considerable de mujeres trabaja sin recibir pago alguno y cuentan con menos tiempo para el trabajo en el mercado formal. Considérese que el trabajo doméstico consume parte importante de su tiempo, por estar distribuido de forma desigual con los hombres, a lo que hay que añadir la insuficiente oferta de servicios de cuidado infantil y de prácticas laborales flexibles
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el progreso de las mujeres en el ámbito educativo no se ha reflejado en una mejora laboral2. Siguen viéndose en la situación de aceptar empleos de menor calidad por las circunstancias ya mencionadas3. A escala mundial, la probabilidad de que las mujeres participen en el mercado laboral sigue siendo casi 27% menor a la de los hombres4. Según la OIT, las mujeres en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) perciben 16% menos en su salario que los hombres; México ocupa el lugar 83 de 135 países en el último reporte de Brecha de Género del World Economic Forum5.
Como senador he presentado diversas iniciativas para reformar la Ley del Trabajo, la Ley del Seguro Social, la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y la propia Constitución, encaminadas a conciliar la vida laboral y familiar de madres y padres trabajadores6.
Estoy convencido de que la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, promovida por la ONU, representa un horizonte que debemos atender, pues justo en los objetivos asumidos están la creación de mejores empleos para las mujeres, la protección social universal y la adopción de medidas para reconocer, reducir y redistribuir las labores de cuidado y las tareas domésticas no remuneradas, para promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible. Considérese que, en el país, de cada cinco pequeñas y medianas empresas que abren, tres están lideradas por mujeres7, que son las que mejor saldan sus préstamos8; y según el INEGI aportan 37% al Producto Interno Bruto (PIB).
Confío que en el cambio de régimen que ha iniciado en el país, podamos sacar adelante esta asignatura, colocándola al centro de la cuarta transformación de México. Por el momento, han llegado al Congreso de la Unión la mitad de legisladoras. Seguro estoy impulsarán esta agenda. REFERENCIAS: [1] Desigualdad de género. Gobierno Federal. Disponible en: cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100923.pdf [2] Un estudio del Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección señala que las mujeres tienen mayores tasas de graduación de educación terciaria (universitaria) que los hombres (21% comparado con 18%). [3] Una situación incluso inconvencional, si consideramos que el Estado mexicano ha ratificado instrumentos internacionales como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, cuyo artículo 11 le obliga a adoptar medidas para eliminar la discriminación contra la mujer en la esfera del empleo, a fin de asegurarle condiciones de igualdad con los hombres y tener los mismos derechos. [4] Mujeres en el trabajo, tendencias 2016. Organización Internacional del Trabajo. Disponible en: www.unesco. org/library/PDF/wcms_457094.pdf [5] Estadísticas sobre mujeres y empresarias en México. Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección. Disponible en: ipade.mx/wp-content/ uploads/2017/04/ Estadisticas_ sobre_mujeres_y_empresarias_en_Mexico.pdf [6] Ahora bien, si tomamos como punto de partida la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995), deja mucho que desear. [7] Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En Mujeres en el trabajo, tendencias 2016. Organización Internacional del Trabajo. Disponible en: www. unesco.org/library/PDF/wcms_457094.pdf [8] Indicadores del Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección
El ingreso es uno de los rubros donde más se marca la desigualdad de género, debido a que una cantidad considerable de mujeres trabaja sin recibir pago alguno y cuentan con menos tiempo para el trabajo en el mercado