CONSTRUCCIÓN DE LA IGUALDAD DEMOCRÁTICA
Las y los jóvenes juegan un papel primordial en este terreno, pues de ello dependerá el bienestar democrático del país.
El proceso electoral de este año ha tenido muchos indicadores, entre los que destacan el número de elecciones que, de manera concurrente, confluyeron en un mismo día: el primero de julio. Además de las elecciones federales en las que se renovó la presidencia de la República, las Cámaras de senadores y la de diputados, también hubo elecciones locales en 30 de las 32 entidades federativas del país.
Independientemente de los resultados que conocimos hay un aspecto que considero fundamental en la consolidación de nuestro sistema democrático: la importancia de las y los jóvenes.
De acuerdo con la información del INE1, en la lista nominal de electores existen 89,072,638 ciudadanos, de donde casi 43 millones son del género masculino y poco más de 46 millones son del género femenino.
Pero si esta información la analizamos de manera segmentada encontramos que el propio INE hace una subdivisión por rangos de edad. Al analizar la información que de forma pública emite el órgano electoral, podemos observar que el mayor número de ciudadanos se concentra en el rango que va de los 25 a los 29 años, que alcanzan poco más de 11 millones de registros, le sigue el rango de edad que va de los 20 a los 24 años que rondan los 11 millones de ciudadanos.
Pero el dato que resulta demoledor es el que obtenemos al sumar los rangos de 18, 19, de 20 a 24 y de 25 a 29 años. Este grupo de jóvenes alcanzan más de 25 millones de ciudadanos que representan alrededor de 28.5% de la fuerza electoral del país. Este número bien puede ganar una elección.
Esta cifra resulta por demás significativa. Este tamaño se queda cerca de los 30 millones de votos que obtuvo López Obrador y por arriba de los votos que obtuvo Ricardo Anaya por un lado, y por el otro, de los alcanzados por José Antonio Meade.
Consecuentemente, las y los jóvenes en un proceso democrático son de suma importancia por múltiples factores. El principal es que hoy en día, son el punto de equilibrio e igualdad de toda sociedad democrática.
En el rango de edad del que estamos hablando, son los más activos, los que generan mayores exposiciones de ideas, de propuestas, de debate y hasta de confrontación de posiciones ideológicas. Las y los jóvenes son la voz de nuestro mañana, exigen hoy más que nunca esquemas diferentes de hacer las cosas, incluida la política. Exigen apertura, transparencia, rendición de cuentas, propuestas claras y realizables, honestidad, congruencia, cercanía, participación social, entre tantas más.
Por ello, la participación de las y los jóvenes no solo en elecciones sino en la vida cotidiana fortalece los pilares que sostienen nuestro sistema democrático. Su interés en ser parte activa de los procesos democráticos genera ese mecanismo por el que se construye nuestra propia sociedad.
Al Estado le corresponde la ardua labor de identificar sus demandas, de enfocarlas hacia el bienestar de la población y a la generación de oportunidades. Este esquema generará invariablemente las condiciones de igualdad que las y los jóvenes necesitan.
REFERENCIAS: [1] Estadísticas Lista Nominal y Padrón Electoral. Corte al 20 de julio de 2018. Disponible en: https://www.ine.mx/credencial/estadisticas-listanominal-padron-electoral/
Las y los jóvenes son la voz de nuestro mañana, exigen hoy más que nunca esquemas diferentes de hacer las cosas, incluida la política