GRANDES EMPRENDEDORES
Los Centros Integrales para el Desarrollo de las Personas Mayores han ayudado a desarrollar a los adultos mayores en muchos rubros.
Sin tener conocimiento de lo que era la activación de la plasticidad cerebral y la definición de los valores, hace siete años aplicábamos todo sin tener sustento científico como ahora, así fundamos Grandes Emprendedores con el lema “Lo que no aprendí ayer, lo aprenderé hoy”. De esta manera decidimos implementar uno de los Centros Integrales para el Desarrollo de las Personas Mayores (CIDAM) del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores (IAAM).
En ese entonces éramos 13, luego hicimos un equipo de integración, diálogo, justicia, respeto, empatía, tolerancia y participación. A los tres meses, ya éramos 40; conocimos y vivimos la libertad para expresar nuestras necesidades.
Montamos de inicio una obra de teatro, sueño de una integrante a quien, en su juventud, no le permitieron hacer lo que le gustaba. Nos apoyó una maestra de teatro de la UNAM. Ella nos enseñó canto y actuación; con ella le pusimos título a la obra y escribimos los guiones.
Esa actividad permite activar toda la plasticidad cerebral al contar y escribir recuerdos y memorias. Ello disminuye limitaciones, la motivación es central. Todas y todos los participantes colaboraron, se integraron, explotaron el trabajo artístico, salieron a relucir talentos que no imaginaban. Se superaron miedos y lograron adquirir confianza en sí mismos.
Así, en estos años pudimos abrir una puerta hacia una transformación. Nuestro CIDAM se inauguró un 24 de abril. Éramos tan solo 13 personas. Algunas con limitaciones por edad, otras en verdadero aislamiento social, sin ganas de seguir la vida, pero pronto seríamos 40 y lograríamos motivar a los renuentes.
Entre los asistentes se encontraban Margarito de 82 años que no veía, Chon de 80 que no escuchaba, Estela de 73 que tenía mucha dificultad para caminar, Marcela de 74 que no le gustaba hablar ni salir de su casa por miedo, Ramón de 75 que era tímido, los matrimonios de Félix y Antonia, Lupita y Ángel, Conchita y Toño, Catalina tratando de convencer a Ángel Rendón que no se fuera, era una persona de 66 años, renuente y negativa a participar. Alfonso con las mismas actitudes que él. Entonces me pregunté, ¿cómo lograr no perder dos integrantes? ¿Cómo hacer para integrar a los que están con sus limitaciones?
La obra de teatro fue cimiento para que adquiriéramos nuevos conocimientos, contactos y redes de apoyo, así como aprendizaje en talleres psicológicos, de tanatología, nutrición, primeros auxilios, derechos humanos, paseos recreativos y culturales, encuentros intergeneracionales y creación de memorias colectivas, apoyados por un grupo de jóvenes de un proyecto en Conaculta. Ellos intercambiaron vivencias con las personas mayores, haciéndolas más partícipes en la sociedad.
Las buenas prácticas, las mejores actitudes y los lazos afectivos que se practican en Grandes Emprendedores, han permitido al día de hoy que sean seres más empoderados, incluyentes, participativos e independientes, que aportan mucho a la sociedad.
Las buenas prácticas, actitudes y lazos afectivos que se practican en Grandes Emprendedores, han permitido al día de hoy que sean seres más empoderados