DEBATE FEMINISTA
HORTENSIA MORENO
A lo largo de 28 años, la revista ha sido un puente entre el movimiento y el pensamiento feminista.
Nunca hemos podido hacer una evaluación objetiva del alcance; solo tenemos aproximaciones individuales, locales y subjetivas que nos dan la sensación de un proyecto de trascendencia
Acompañé a Marta Lamas en la fundación de esta revista en 1990. Desde su primera aparición, tuvo el objetivo de funcionar como un puente entre el movimiento y el pensamiento feministas. A lo largo de 25 años y 50 volúmenes de su primera época (1990-2015), publicó ensayos, textos críticos, relatos, reseñas, parodias, canciones, poemas y escritos inclasificables, así como fotografías y obras plásticas, creados para la revista por intelectuales y artistas de México y Latinoamérica, además de traducciones de trabajos procedentes de otras latitudes.
Nunca hemos podido hacer una evaluación objetiva de su alcance; solo tenemos aproximaciones muy individuales, locales y subjetivas que nos dan la sensación de un proyecto de trascendencia en el tiempo y el espacio. La discusión pública de los temas abordados genera, sin duda, por lo menos inquietudes acerca de problemas como el tiempo y el trabajo, el lugar social y la significación de los cuerpos, la fluidez de las identidades, la participación en la vida pública, la reproducción de la especie, la función del arte y la literatura, el compromiso de los medios de comunicación o la violencia. Las posturas fueron siempre complejas, diversas y atrevidas.
Queríamos estar al día en el panorama global y participar con sentido en el día a día de nuestra comunidad. El esfuerzo colectivo reflejaba nuestra diversidad y también nuestra perplejidad ante el mundo. Nunca dimos respuestas lineales ni soluciones definitivas, solo tientos y aproximaciones. Pero aún me sorprende la rigurosa oportunidad de algunas intervenciones y la vigencia actual de muchísimas ideas. Fue un atrevimiento, una serie de atrevimientos sucesivos.
El cambio cultural es inaprensible: ¿ se puede ver cómo crece la yerba? Pero la intención era esa: generar una conciencia, un malestar, una disconformidad que condujera a una modificación sustantiva en las costumbres, las relaciones, las maneras de actuar, las actitudes, las imágenes, las palabras.
A partir de 2016, la revista pasó a formar parte del patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México y sigue apareciendo semestralmente, aunque ahora con el formato de una publicación académica evaluada por pares. En los seis volúmenes que llevamos, el tema sigue siendo el mismo, pero la forma ha cambiado. Porque el país y el mundo también han cambiado.
Quizá para mejor, sobre todo, en lo que se refiere al estatus de las mujeres en el mundo. La arrogancia que implica creer que Debate Femi
nista contribuyó a ese cambio es una tentación irresistible.