UN NUDO EN LA GARGANTA
POR: JORGE GALLARDO DE LA PEÑA
La muerte de un hijo es considerada por psiquiatras y tanatólogos como el padecimiento más i ntenso que puede sufrir un ser humano; cuando la madre es joven y soltera, se ve atrapada aún más en ese incontrolable dolor que es el tema de la película mexicana de cine independiente ElsueñodeLú.
La protagonista de este melodrama realista, después de un intento de suicidio, en el desarrollo busca combatir la intoxicación que produce el duelo; asiste a terapias grupales, donde las pacientes — otro excelso monumento al dolor— muestran un sufrimiento lacerante que les roe las entrañas, que es capaz de producir catatonia, rigidez muscular y estupor mental, padecimientos que propician la peor tragedia de sus vidas.
La historia del autor rescata a Lú del vientre de la ballena, paráfrasis cinematográfica del relato bíblico. Lú vuelve a renacer: el movimiento de las hojas de las palmeras que mira por su ventana adquiere significado, pues las mezcla con el canto de las ballenas que le otorgan razón para sobrevivir el dolor por la muerte de Sebastián, más allá de la imposición divina.
El reparto, en términos generales y no hay empacho en decirlo, se vuelve un gancho exquisito por la sinceridad que ref leja; eso es propuesta, sobre todo en la primera parte de la película, en la que la protagonista convive con su madre, muy bien trabajada por Ursula Pruneda y María del Carmen Farías: la madre se acerca a su hija, hipnotizada por la frustración de su vida, para hablarle con delicadeza, con dulzura, porque siente miedo de provocar una explosión, porque entiende el dolor que atosiga a su hija.
En esa desintoxicación obsesiva, Lú y su madre hablan de su padre, que se lavó las manos respecto al cuidado de los hijos cuando eran niños; situación que adquiere intensidad cuando vemos por primera vez a su padre (Emilio Echevarría), que apenas se lo reclama. El autor, preocupado por desmelodramatizar la situación, permite que la escena se desarrolle en calma, procurando el beneficio de Lú, pero permite que al padre le escurra una lágrima.
Independientemente de que la historia está basada en hechos reales, los acontecimientos que se narran deben poseer una estructura construida con la intención de lograr la desintoxicación del personaje. Por eso no sentimos que el angustioso l lorar de Lú sea una exageración, sino entendemos que el duelo está latente porque las situaciones están dirigidas con acierto, medidas para provocar un nudo en la garganta. El sueño deLú (México 2011), dirigida por Hari Sama, con Ursula Pruneda y Gerardo Trejoluna.