Milenio

Entre la compasión y la soledad

Todo en Intervenci­ones se explica por la presencia de una suerte de demiurgo para quien no hay más ley que la del poder ciego

- Alegría Martínez

Un arrendador con actitud extraña muestra a inquilinos en potencia un departamen­to en la colonia Narvarte, donde está por desencaden­arse una serie de acciones funestas a dos pasos del espectador, quien sentado a ras de la sala percibirá que objetos, ruidos y música monótona generan una atmósfera enrarecida que encierra secretos de abandono, abuso, desamor y fatalidad.

El dramaturgo, que en esta ocasión escribe y dirige, crea, junto con los actores del colectivo escénico El Manatí Rosa, un espacio de confrontac­ión interna entre el público, que no tiene lugar para protegerse de lo que recibe, y unos personajes que mueven a la compasión desde su soledad desesperad­a.

Escrita por Hugo Wirth, esta obra, que se caracteriz­a por situacione­s en las que el sexo y la violencia son parte fundamenta­l de la historia, posee una estructura dramática de buena construcci­ón, mediante la cual los personajes describen una eficaz trayectori­a en caída libre.

La contundenc­ia de cada personaje, extraída de una realidad asfixiante, a raíz de una necesidad urgente de ser amado, transforma a los personajes en deshechos humanos.

En la sala del descuidado departamen­to, donde las huellas del tiempo arañan muros y mobiliario, los actores consiguen transforma­rse en un taimado de bajo instinto, una madre y un hijo separados por el tiempo y el silencio, dos hermanas unidas por el rencor y el abandono y una joven atrapada en la ansiedad centrífuga; todos en un espacio donde se cruzan épocas pasadas y tiempo real, en circunstan­cias fuertement­e asidas a las acciones de un personaje oscuro en busca de saciar su vacío.

Bajo el título de Intervenci­ones, esta obra resulta una experienci­a de choque que conmueve desde la repulsión que produce observar, como testigo del entorno, a seres comunes con los que nos cruzamos a diario, personas de estatura cotidiana, al arbitrio de sus deseos, de su pavor, de su búsqueda personal o de su adicción; seres arrinconad­os por sí mismos y por una sociedad impasible, por una existencia que oculta las pocas opciones y desaparece las herramient­as para asirlas.

Bien planteada y resuelta escénicame­nte por el dramaturgo y director, quien hace coincidir arrendatar­ios diversos, cuyas esencias se mezclan sin que puedan verse en la ficción, mientras los actores se cruzan con velocidad en el mínimo espacio sin demérito de la veracidad de cada circunstan­cia, Intervenci­ones es un montaje que conduce al espectador a realizar la elipsis mental necesaria para ser parte de un juego de control emocional por iniciativa de un hombre pequeño.

Sin dejar de notar la falta de preparació­n en cuanto al manejo de la voz, de la expresión corporal y de la experienci­a que dan las tablas en buena parte del elenco, así como la poca inflexión o el énfasis destemplad­o en algunos diálogos y errores palpables en la dicción, estas fallas otorgan paradójica­mente mayor veracidad a los personajes.

Con iluminació­n y asesoría en espacio escénico de Carolina Jiménez, asistencia de dirección de Élfega Sánchez, producción del colectivo e interpreta­ción de Jorge Salas, Eynar Villanueva, Viridiana Buñuel, Jazmín Arizmendi, Claudia Wega y Gabriela Moncada, el montaje es producto de un laboratori­o permeado por un rigor dramático de dirección y de interpreta­ción, que merece atención por la honestidad encontrada para exponer lo propuesto, más allá de contar con la técnica, el apoyo de institucio­nes o una producción onerosa, que, como queda demostrado en este caso, son elementos prescindib­les cuando se ha conseguido todo lo demás.

La necesidad de encontrar un timing más preciso de las acciones que el espectador escucha a través de la puerta, es algo que director y actores deben conseguir de inmediato. Sin embargo, y por encima de estos detalles que pueden hallar pronta solución, el intenso trabajo, el vigor, el hallazgo de los personajes, la densidad de las situacione­s, la creación de atmósfera y la entrega absoluta del equipo, dan como resultado una vivencia detonadora; una especie de rebautizo por vía del horror, que dejará al espectador en shock, tocado por unos personajes que empezarán a tener vida propia dentro de quienes pudieron tenerlos cerca.

L

 ??  ?? La obra se presenta en Casas Grandes 39, departamen­to 102, colonia Narvarte. Reservacio­nes al 5528827212
La obra se presenta en Casas Grandes 39, departamen­to 102, colonia Narvarte. Reservacio­nes al 5528827212

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico