Peña y su esposa deben escuchar a las víctimas
El presidente Enrique Peña Nieto encabezó por primera vez el Consejo Nacional de Seguridad, en el que detalló las seis líneas de acción de la nueva política de Estado por la seguridad y la justicia. Éstas son: planeación, prevención, protección y respeto a los derechos humanos, coordinación y transformación institucional, a través de las cuales se puede hacer un excelente trabajo en planear la lucha contra la trata, prevenir que no haya más víctimas, proteger y garantizar el respeto de los derechos humanos de las miles de personas que hoy sufren por este delito, al coordinar con los estados un combate eficiente, erradicar la corrupción y capacitar a los funcionarios en cómo prevenir, combatir y cómo tratar a las víctimas y no revictimizarlas.
Si esto se lleva a cabo, entonces la política de Estado por la seguridad y justicia será muy eficiente y sin duda alguna generará resultados para lograr un país de libertad, donde ya no existan esclavos sexuales o laborales. Hoy sí existen y son demasiados.
Cabe mencionar que en esta reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública no se mencionó en una sola ocasión el delito de trata de personas, y tampoco en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación que envió el Ejecutivo se incluyeron muchos recursos para combatirlo. Afortunadamente, en la Cámara hubo diputados con sensibilidad que lucharon para que se etiquetara más presupuesto para la aplicación de la Ley General contra la Trata de Personas.
Hay mucha gente con excelente voluntad para combatir la trata en el nuevo gobierno federal. Me he reunido con varias de ellas. Pero es importante que esta voluntad se comience a ver reflejada en acciones concretas, porque en estos primeros 22 días no ha sido así.
MEMORIA Y TOLERANCIA
Hace días recibí por parte de May Samra Cohen,directora de Enlace Judío, la amable invitación para visitar el Museo de Memoria y Tolerancia, y quien con profundo compromiso nos guió a madres de niñas desaparecidas y chicas sobrevivientes de la trata de personas. Fue una experiencia impactante. Si no lo conoces, es importante que vayas. Conocer y recordar la maldad e intolerancia que se vivió en la Segunda Guerra Mundial es fundamental para comprender que no podemos ser pasivos, y que estamos llamados a actuar ante la protección de los derechos humanos.
El holocausto no fue un suceso histórico inevitable, fue el resultado de las decisiones de miles de individuos que participaron o que pudiendo hacer algo, no lo hicieron.
En cada testimonio que he escuchado de una víctima rescatada existen tres actores:
El tratante. La persona que la sedujo, haciéndola sentir amada y prometiéndole un futuro que no creía posible. Generalmente les ofrecen trabajo con una paga muy alta o las enamoran y les prometen un matrimonio feliz. Poco después comienzan a forzarlas a prostituirse y la pesadilla inicia.
En el Museo Memoria y Tolerancia entendí que esta maldad es similar a la que había en los soldados nazis o en sus familiares de estos soldados que permitieron la tortura y el asesinato de más de seis millones de personas.
La sociedad indiferente. Recuerdo a una niña que me contaba: Cuando no cumplía con la cuota, él me golpeaba hasta que quedaba llena de sangre en el piso. A veces se ponía celoso y con la plancha amenazaba con quemarme, gritando ‘¿estás caliente? Te voy a dar algopara que estéscaliente’. Losvecinos escucha-banlosgritos yno hacíannada.
Tal vez tú has escuchado los gritos o tal vez has visto niñas siendo prostituidas en la calle y no has hecho nada. Siempre tengo presente las palabras de Martin Luther King: Nuestra generación no se habrálamenta dotanto delos crímenes perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos. No actuar es una decisión.
Actualmente hay gobernadores que protegen y encubren redes de trata, jueces que liberan a los peores tratantes, empresarios que se enriquecen por este delito y, sobre todo, políticos que aparentan darle importancia al tema, cuando solo buscan crecimiento político.
Personas comprometidas. Cada día somos más los ciudadanos decididos a cambiar esta situación. Hombres y mujeres que luchan para generar conciencia y para que cada vez sea mayor el costo político para quien decida ignorar este delito. Cuando una niña es rescatada y atendida con sensibilidad por parte de los policías o en el Ministerio Público, lo recuerda con eterno agradecimiento. Felicito al gobernador de Morelos, Graco Ramírez, por el compromiso público que ha hecho para combatir las redes de trata que operan en su entidad. En el Distrito Federal es conocido el compromiso de Miguel Ángel Mancera y sé que el trabajo que inició en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal lo continuará con más fuerza, y sin duda con la voluntad y acción de su procurador Rodolfo Ríos Garza.
Son también muchos los gobernadores, procuradores, legisladores, empresarios y jueces que de manera comprometida se unen cada día. Autoridades me han dicho No tenemos albergues para las víctimas. Se necesitan más manos y recursos. Necesitamos personas comprometidas en cada estado que estén dispuestas a empezar un albergue y a cuidar de aquellos que han sufrido en las redes de trata. Hay políticos que creen que es mejor no abrir albergues hasta que haya gente experta para atenderlos. Créeme, la atención que tú podrías darle a una de estas niñas será mil veces mejor que la que le da hoy quien las cuida y las explota hasta 60 veces en un día.
Invitamos a los funcionarios del nuevo gobierno, principalmente al presidente Enrique Peña Nieto y a su esposa, Angélica Rivera, a conocer y escuchar a las víctimas. No se puede trabajar contra la trata de personas si no dedicamos tiempo a conocer la realidad de este delito. Las niñas y los niños que han sobrevivido son lo más valioso y tenemos que trabajar siempre por protegerlos y reintegrarlos a la sociedad. Cuando los conoces no puedes ignorar su realidad nunca más y no puedes más que trabajar para que nadie más lo sufra.
ESFUERZO UNIDO
El Presidente, en su discurso habló de su compromiso de escuchar a las organizaciones de la sociedad civil. Al final me expresó su compromiso por el combate a la trata de personas. Inicia el sexenio, mi convicción siempre ha sido creer en el ser humano mientras no te demuestre lo contrario, así que creo en sus palabras. Creo verdaderamente que es un hombre sensible y comprometido en luchar por la libertad de cada persona en México. Así que espero que se corrija la falta en el Presupuesto de Egresos 2013 y que se defina una estrategia para combatir este delito, para que podamos reunirnos y que conozca a hermosas sobrevivientes.
En la Comisión Unidos contra la Trata AC trabajaremos de la mano con todo aquel que decida de manera comprometida luchar por un México libre de este delito. La trata de personas no es ni será bandera política de un partido o de un individuo, es un esfuerzo que solo unidos podemos lograr.
En estas fechas, mientras disfrutamos a nuestra familia, no olvidemos que hay miles de familias mexicanas que cenarán incompletas y con la tristeza de la falta de un hijo o una hija en la mesa. Tú y yo podemos hacer algo para que esa persona sea rescatada y el próximo año esas familias vuelvan a estar unidas.
Te deseo una muy feliz Navidad.