FRONTERAS
Policías armados en escuelas, la “solución” de la Asociación Nacional del Rifle en EU
Tras la masacre de Newtown y la reapertura en Estados Unidos del debate sobre el derecho a las armas, la poderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), uno de los mayores grupos de presión del país y que cuenta con 4 millones de afi liados, se ha vuelto a situar en el centro del espacio público.
Fundada en 1871 y con sede en Fairfax (Virginia), el máximo objetivo de la NRA es la defensa de la segunda enmienda a la Constitución de EU, en la que se establece el derecho de los ciudadanos a poseer y portar armas.
Para ello, la NRA ejerce una gran presión sobre los legisladores tanto de las cámaras estatales como federales, hasta el punto de que en 1999 —el mismo año del tiroteo de Columbine (Colorado), en el que murieron 15 personas—, una encuesta realizada entre funcionarios de la capital la encumbró como “el lobby más poderoso”.
Alrededor del año 2000, la NRA se asoció inevitablemente a la figura del actor Charlton Heston, presidente de la organización entre 1998 y 2003, aunque siempre ha contado con destacadas figuras que han mostrado públicamente su apoyo a la fundación.
A diferencia de lo que se piensa, el éxito de la NRA durante las últimas décadas no se ha sustentado exclusivamente en su gran influencia sobre el Partido Republicano, sino que los activistas pro armas siempre han tratado de atraer a miembros de los dos grandes partidos.
En las últimas elecciones presidenciales del 6 de noviembre, la NRA tomó partido en aproximadamente dos tercios de las carreras libradas para obtener un puesto en el Congreso.
Fue el caso de los representantes electos por el distrito 2 de Utah, Jim Matheson, que recibió 8 mil 705 dólares de la NRA; por el distrito 4 de Arkansas, Mike Ross (6 mil 627 dólares) por el distrito 4 de Pensilvania, Jason Altmire (9 mil 196 dólares), todos ellos demócratas y ubicados en zonas rurales, donde la asociación es muy activa.
Sin embargo, de los 64 candidatos a la Cámara de Representantes por los que apostó la organización —de 195 republicanos— en estos últimos comicios, la mitad consiguió el puesto, y en muchos de los distritos rurales en los que la NRA apoyó al candidato demócrata, ganó un republicano.
Esto explicaría los pronunciamientos públicos del Partido Demócrata desde la tragedia en Newtown, que se han mostrado favorables a abrir el debate sobre la restricción a la segunda enmienda sin “temor”.