Mariano Rajoy, un año después...
Exultante en el Congreso, el Ejecutivo español prometió el día que fue investido que iba a ser “el presidente de todos” y prometió proteger a los más débiles. Hoy, la creciente tasa de paro y de los índices de pobreza enmarcan el pesimismo
Con más oscuros que claros, el líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, cumplió un año como presidente del gobierno español. La herencia de su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero: más de cinco millones de desempleados y un país sumido en una brutal crisis económica, entre otras cosas.
Exultante en el Congreso de los Diputados, el día que fue investido Rajoy declaró que iba a ser “presidente de todos” y prometió proteger a los más débiles subrayando que su filosofía sería la del “esfuerzo solidario”.
Pero luego de 365 días en el poder, el político gallego anunció los mayores recortes en la historia desde el restablecimiento de la democracia, en sanidad, educación y el incremento del IVA, entre otros impuestos, porque “la situación económica que vive España es inaguantable” y por las exigencias de la Unión Europea (UE) decumplir las cifras comunitarias.
Además, ha solicitado a la UE un primer rescate para los bancos y no se descarta un segundo que, por lo pronto, el Ejecutivo aseguró no pedirá en lo que resta de este año.
Además, ostenta el nada honroso récord se ser el primer Presidente del gobierno al que los sindicatos le realizan dos huelgas generales en menos de un año.
En todo este tiempo, Rajoy ha incumplido punto por punto todo su programa electoral. No le ha importado faltar a su palabra con tal de responder a su principal obsesión: cumplir con el objetivo de déficit. Y ha vendido todos sus “ajustes” como sacrificios que se deben realizar para salir de la crisis, mientras el malestar social va en aumento.
Todo esto amparado en el aval que le otorgaron las urnas. El descontento de los españoles era tal que Rajoy superó incluso los resultados en las elecciones a los logrados por José María Aznar (1996-2004).
El balance de este año no es muy optimista. Cada cifra económica que se compara con la de hace 12 meses ha empeorado. A excepción del comercio exterior, algo que siempre destaca Rajoy en sus intervenciones.
Pero el dato más doloroso, sin duda, es el del paro que en este año ha aumentado en más de medio millón de personas. Cuando el PP ganó las elecciones, la tasa de desempleo era del 21.5 por ciento. Hoy es del 25.02 por ciento y camina hacia los 6 millones. Rajoy también ha admitido que durante 2013 no se generará empleo.
El peor momento de este gobierno fue antes del verano. En mayo, aumentó la vigilancia de la UE, en junio se pedía un primer rescate y a pesar de ello, en julio, la prima de riesgo se disparaba llegando a los 638 puntos al cierre de la jornada. Un récord que hace a muchos preguntarse no cómo se llegó hasta ahí, sino cómo se pudo aguantar sin que “reventaran” los mercados.
Rajoy buscó entonces alianzas con los pesos pesados en Europa, primero con la mandataria alemana, Angela Merkel, y después con el presidente francés, François Hollande. Posteriormente, formó el tándem con el primer ministro italiano, Mario Monti, para cerrar filas y evitar lo máximo posibles los embates y la “persecución por parte de los organismos económicos de la UE” para no tener que pedir un segundo rescate.
Pese a todo, el PP arrasó en las elecciones regionales de Galicia. Con su triunfo, Alberto Núñez Feijó le dio una bomba de oxígeno a Rajoy pues se trataban de unos comicios vitales tomando en cuenta que la derecha en los últimos años es imbatible en territorio gallego. Perdió en el País Vasco, una derrota prevista y obvia, y en los comicios de Cataluña, pasó sin pena ni gloria.
“Las medidas que estamos tomando hacen daño a mucha gente, son difíciles de explicar, de comprender. Pero son absolutamente imprescindibles para crear riqueza y bienestar”, ha justificado Rajoy.
Reiteró que este año ya sabía que iba a ser “malo” y que no le había pillado “por sorpresa”. Y que no está en las intenciones del gobierno “permanecer en situación de depresión”.
“Lo peor ha pasado ya. A partir de 2014, se empezará a notar la recuperación”. Es decir, los famosos “brotes verdes” de los que habló su antecesor, el socialista Rodríguez Zapatero hace tres años.
El balance del primer año lo hizo la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, quien afirmó que “el deterioro del PP” durante su primer año de gobierno es “vertiginoso” y pronosticó que el Partido Socialista recuperará la confianza de los ciudadanos “antes de lo normal”.
Valenciano calificó el balance del año en el poder como “malo” y añadió que se han “agravado prácticamente todos los problemas” de España y además parece que “el sacrificio no está sirviendo para nada”.
Según la dirigente socialista, Rajoy ha tomado “medidas ineficaces e injustas” que han estado envueltas en “un enorme engaño” porque durante la campaña electoral “no dijo que haría lo que está haciendo”.