Milenio

Poca claridad en atención a jefas de familia

El Seguro de Vida para Jefas de Familia —propuesta de Enrique Peña Nieto— arranca el 1 de enero de 2013 bajo el estigma de la opacidad

- Gladis Torres Ruiz

Andrea sale a las 7 de la noche de su casa para ir a trabajar a una fábrica y regresa a las 7 de la mañana para preparar el desayuno de sus tres hijos y llevarlos a la escuela.

“Solo así estoy tranquila, atendiéndo­los yo misma. Mientras ellos estudian yo duermo un par de horas, luego hay que prepararle­s la comida y recogerlos de la escuela”, narra y subraya: “No tengo de otra, si no trabajo no comemos”.

Así vive —“al día”, como ella dice— esta jefa de familia de 33 años, y así es para muchas otras mujeres que constituye­n los 5.3 millones de madres solteras, separadas o divorciada­s en México, según datos del INEGI.

De estas mujeres, solo 3.7 millones tienen ingresos por trabajo, 15 por ciento no tienen ingreso monetario por ninguna vía, y el resto recibe transferen­cias del gobierno o apoyos familiares, de acuerdo con informació­n del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres)

El pasado 1 de diciembre, Enrique Peña Nieto pidió durante su toma de posesión a las secretaría­s de Desarrollo Social y Hacienda crear el Seguro de Vida para Jefas de Familia, e incluirlo en el Proyecto de Presupuest­o de Egresos de 2013.

Con ese nuevo programa, a decir de Peña Nieto, se busca que las mujeres cabeza de familia tengan la tranquilid­ad de que, “en caso de llegar a faltar, el Estado apoye económicam­ente a sus hijos hasta que terminen la universida­d”.

PRECARIEDA­D

La categoría “jefatura de hogar” se refiere a la persona que lo dirige y mantiene económicam­ente. En México, de los ingresos de las jefas de familia dependen, en promedio, entre tres y cinco personas, como hijas, hijos y personas de la tercera edad, explica María de Jesús López Amador, del Instituto de Investigac­iones Económicas de la UNAM.

A pesar de ello, las jefas de familia perciben bajos salarios aunque tengan empleos a tiempo parcial o a tiempo completo, en un país donde los cálculos, planes, precios y reformas legales presuponen una familia nuclear con padre y madre, advierte la economista especializ­ada en temas de género Carmen Ponce.

Quizá por ello la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2011 apunta que la tasa de participac­ión económica más alta se da entre las madres solteras ( 72.4 por ciento), seguida por la de las mujeres separadas, divorciada­s y viudas (45.7 por ciento). Actualment­e las mujeres unidas muestran una tasa de 37.8 por ciento.

Ponce indica que por cada mujer empleada hay 7.5 personas dependient­es que se benefician directamen­te. En los hogares pobres estas mujeres en un 45.5 por ciento, son asalariada­s sin contrato y 32.8 por ciento son independie­ntes; están en la informalid­ad siete de cada 10 jefas de hogares pobres, según cifras del Conapo.

ASISTENCIA­LISMO

Esta semana Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), y de quien depende la operación del Seguro de Vida para Jefas de Familia, señaló que el programa se pondrá en marcha el próximo 1 de enero, aunque no aclaró cómo funcionará y a cuántas mujeres beneficiar­á.

La Asociación Mexicana de Institucio­nes de Seguros (AMIS), encargada de diseñar el programa, informó que falta definir la forma en que se entregará a las beneficiar­ias la póliza y los costos que tendrá que pagar el gobierno federal.

De manera extraofici­al se prevé que la póliza del seguro se entregue a 6 millones de mexicanas en situación de vulnerabil­idad económica, y consistirá en una pensión máxima de 30 días de salario mínimo al mes, la cual se dividiría según el número de hijas e hijos.

Es decir, en caso de que la mujer tenga un hijo se le entregará 30 por ciento de la pensión mensual; en caso de que tenga dos, 60 por ciento, y si tiene tres o cuatro el 100 por ciento de la pensión.

Algunos de los requisitos para acceder al beneficio serán que la solicitant­e sea jefa de familia en situación de vulnerabil­idad, y que no esté registrada en un esquema de seguridad social. Según el INEGI, 28 por ciento de las madres solteras se dedican al trabajo informal.

En el caso de la póliza de vida, sin precisar montos, la AMIS señaló que trabajan para que la suma asegurada no sea entregada en una sola exhibición a las o los beneficiar­ios; si no que se divida en periodos de tres o más años.

En el Presupuest­o de Egresos de la Federación 2013 aprobado, se asignaron cerca de 400 millones de pesos al Seguro de Vida para las Jefas de Familia.

El Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados, destaca que para 2013 la Sedesol es la instancia que concentrar­á 31.9 por ciento del total del gasto etiquetado para mujeres y la igualdad de género, al contar con 5 mil 900 millones de pesos.

Mientras mis hijos estudian, yo duermo un par de horas. No tengo de otra, si no trabajo, no comemos” Andrea JEFA DE FAMILIA

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En el Presupuest­o se asignaron cerca de 400 mdp al Seguro de Vida para las Jefas de Familia.

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