Aprovechemos este nuevo ciclo para ser auténticos: Don Miguel Ruiz
Hoy, 23 de diciembre de 2012, se cierra un ciclo en el calendario maya*. Finaliza una cuenta de 144 mil días que comprende cada baktún. Termina un baktún y comienza otro. Algo similar a lo que ocurre con el calendario gregoriano, así que nada de fin del mundo. Baktunes o años, los fines de ciclo son siempre buenos momentos para hacer un alto y revisar lo que hemos hecho. Aprovechando que termina un baktún y también el año 2012, creo que es una época inmejorable para revisar el rumbo que llevamos y, de ser necesario, efectuar esos cambios que necesitamos para ser felices.
Tuve la suerte de platicar el jueves pasado con don Miguel Ruiz sobre este fin de ciclo. Para quienes no lo conozcan, relato brevemente su historia: Miguel nació y se educó en México. Su madre, doña Sara Macías Vázquez, fue curandera y su abuelo, chamán. Contra los deseos de su familia, Miguel Ruiz estudió medicina y ejerció profesionalmente como cirujano. A principios de los años setenta tuvo un accidente donde casi pierde la vida. Esa experiencia lo llevó a volver a sus orígenes y aprender la tradición tolteca. Se fue a vivir a los Estados Unidos, y después de algunos años escribió Los Cuatro Acuerdos, libro que ha sido traducido a 36 idiomas y del cual se han vendido siete millones de copias solo en los Estados Unidos.
Don Miguel habla pausadamente y sonríe a menudo. Sus explicaciones son claras y sencillas. Así, tranquilamente, empieza a hablar acerca del significado del fin de la cuenta larga en el calendario maya. “Como se sabe, a nosotros los seres humanos nos gusta medir el tiempo, y es por eso que hacemos calendarios. Pero éstos son para medir el tiempo, no para hacer profecías. Eso de que se acabe el mundo me recuerda mucho al famoso Y2K en 1999, cuando todos pensaban que las computadoras ya no iban a funcionar, que retrocederíamos mucho en la civilización y no sé cuántas cosas más. Llegó el día y nada sucedió. Bueno, esto es exactamente lo mismo. Sin embargo, podemos aprovechar que el calendario maya está por terminar para hacer conciencia y que cambie a la humanidad”.
Para el autor de Los Cuatro Acuerdos, el fin de la cuenta larga del calendario maya debería de significar el fin de la superstición, del fanatismo y el regreso a la verdad. Piensa que lo lograremos y que, a pesar de que vamos lento, sin duda vamos en la dirección correcta.
Don Miguel considera que la humanidad evoluciona durante los periodos de crisis, ya que son los momentos en que tenemos la oportunidad para cambiar todo aquello que no nos gusta. El momento de crisis que ahora vive la humanidad ha tenido como consecuencia que exista un despertar de la conciencia colectiva. “Hay muchos maestros que nos estamos poniendo de acuerdo. Nos estamos sincronizando para ayudar a que todos vean su propia historia, lo que ellos crearon; y si no les gusta darse cuenta que puede cambiar. Es importante que sepan que el modificarse a ellos mismos va a modificar su familia, su comunidad y esto es un gran paso para la humanidad. Las profecías del fin del mundo no son verdad, pero si nosotros nos ponemos de acuerdo y cambiamos; sería un gran paso para despertar a la humanidad”. Don Miguel no espera que ese cambio de conciencia suceda de un día para otro, ni en un año, ni quizá en 100; pero considera que dar el primer paso es algo muy importante.
“A nosotros nos gusta mucho hacer rituales y celebrar. Así como cada fin de año en el que revisas lo que hiciste, lo que te gustó, lo que no te gustó y haces propósitos de lo que quieres hacer el año siguiente; este fin de ciclo nos da la oportunidad de revisar lo que hicimos en todos estos miles de años: lo que hemos hecho bien, lo que hemos hecho mal y proponer ese cambio. Pero el cambio tiene que empezar en nosotros, no podemos esperar que los demás cambien si nosotros no cambiamos”.
Para escritor de Los Cuatro Acuerdos, la autenticidad es fundamental. “Es importante poner atención en lo que creemos, ser y darnos cuenta que no somos lo que creemos ser, sino que tratamos de complacer las opiniones de todos los demás, y por ello pretendemos ser lo que no somos. Es necesario dar un paso más hacia nuestra autenticidad, a ser nosotros mismos, para encontrar, al final, que lo que realmente somos, es amor. Tenemos algo muy dentro de nosotros que quiere unir. Cuando suceden catástrofes, la gente se une para ayudar, pero cuando suceden injusticias, cuando hay guerra, la gente se separa. Lo que queremos es poder unirnos sin que haya una catástrofe y evitar todas esas discordias. El que podamos unirnos sin un motivo especial, es muy importante”.
No dejemos, pues, pasar la oportunidad para hacer los cambios que necesitemos para ser felices. Aprovecho para desear a todos una muy feliz Navidad.