A Chávez le quedan 90 días
Mientras los empresarios de Brasil, con fuertes inversiones en Venezuela, temen el posible impacto en el Mercosur de una salida no constitucional en ese país, en Caracas todo está listo para transitar hacia la continuidad. Como se anunció, el presidente Hugo Chávez no va a asumir hoy su nuevo mandato, ya que el artículo 231 constitucional tiene un hoyo que hace legal esa anomalía.
Pero Rúbens Barbosa, de la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp), expresa otro ángulo del enredo: recuerda que si el Mercosur fue tan tajante al suspender a Paraguay tras la destitución de Fernando Lugo “bajo el argumento de que hubo un golpe y la Constitución no fue cumplida”, Venezuela podría ser medida con la misma vara.
Pero el asesor internacional de Dilma Rousseff, Marco Aurelio García, ha fijado finalmente la postura de Brasil, sumándose a la lectura oficial del artículo 231, que deja abierta la toma de posesión de Chávez “hasta que él pueda”, como resumió en estos días el líder del parlamento venezolano, Diosdado Cabello, sobre quien — dice la oposición— tendría que recaer el mando y no en el vicepresidente Nicolás Maduro, delfín de Hugo Chávez.
Según García — enviado especialmente por Rousseff a Cuba el 31 de diciembre para empaparse de la situación del enfermo—, su gobierno “no ve inestabilidad en Venezuela”, pese a que el estado de salud de Chávez “es grave y (…) es imposible hacer cualquier previsión”.
Más relevante aún es lo que destaca García en cuanto a que Chávez tendría, en rigor, un plazo de 90 días, prorrogables por otros 90, para asumir su nuevo gobierno. Y es que el art. 234 dice: “Las faltas temporales del Presidente (…) serán suplidas por el Vicepresidente Ejecutivo (…) hasta por 90 días, prorrogables por decisión de la Asamblea Nacional por 90 días más. Si una falta temporal se prolonga por más de 90 días consecutivos, la Asamblea Nacional decidirá por mayoría de sus integrantes si debe considerarse que hay falta absoluta.”