CUESTIÓN DE CONGRUENCIAS
Le tengo dos noticias: una buena y otra mala. La mala es que murió don Raúl Araiza, figura fundamental en la historia de la televisión mexicana.
La buena es que Televisa va a paralizar a toda la nación y el próximo domingo va a transmitir horas y horas de programas especiales conducidos por Mara Patricia Castañeda, Aurora Valle y La Chicuela.
Y no solo eso, de aquí a fin de mes vamos a poder disfrutar de una infinidad de retransmisiones de sus obras y hasta de un maratón de fin de semana en XEW-TV.
Si estos señores lo hicieron con Jenni Rivera, que objetivamente hizo tan poco por México y por Televisa, ¿cómo no lo van a hacer con don Raúl Araiza en cuyos hombros pesa una de las raíces más importantes no solo de esa corporación, de todo el entretenimiento mexicano?
Se supone que lo de Jenni fue espontáneo, ¿no? Se supone que no había nada raro atrás, ¿o sí? ¿Entonces? ¿Cuándo van a comenzar las transmisiones especiales? ¿En dónde vamos a poder ver este ejercicio de congruencia?
Don Raúl fue un hombre admirable, una persona particularmente culta y trabajadora que dirigió algunas de las obras más maravillosas de la televisión de este país, desde El maleficio y Senda de gloria hasta El derecho de nacer (con Verónica Castro) y Barrera de amor, por mencionar solo unas cuantas.
¿Y qué me dice de sus aportaciones como productor? Si no hubiera sido por él jamás se hubieran hecho emisiones tan revolucionarias como Tres mujeres y Así son ellas, en donde se hablaba lo mismo de la violencia intrafamiliar que del sida o de la drogadicción.
Anécdotas: todas. La fantástica mancuerna que hizo con don Ernesto Alonso, la manera como se atrevió a romper esquemas, su muy valiente manejo de los contenidos, sus estrategias para utilizar efectos especiales.
Y esto es nada más por el lado de la televisión comercial. Imagínese el resto, porque este hombre era incansable, vanguardista, contestatario.
Créame que es una gran pérdida para Televisa, para México y para toda la industria de la televisión a nivel nacional e internacional.
Afortunadamente, como le dije, “su casa” se va a encargar de hacerle justicia y, de seguro, hasta una edición especial de TVynovelas le van a dedicar.
Descanse en paz este inolvidable señorón del espectáculo. Descanse en paz don Raúl Araiza. Vaya desde aquí mi más sentido pésame para su familia y sus amigos. Lo vamos a extrañar.
LA OTRA RUTA
A propósito de congruencias, yo sé que miles de personas, así como estuvieron mordiéndose las uñas y hable y hable de la nueva versión de Hoy, están con el “Jesús en la boca” porque no pueden con la incertidumbre sobre la nueva temporada de La ruta del sabor.
¡Calma! ¡Todo va a salir bien! ¡Se los prometo! La ruta del sabor es uno de los mejores programas de toda la televisión mexicana y, a pesar de los cam- bios políticos, se sostiene.
En el remoto caso de que usted no sepa de qué le estoy escribiendo, La ruta del sabor es una pieza de Once Tv México, en donde un magnífico conductor, Miguel Conde, viaja por los rincones más perdidos de nuestra nación, mostrándonos su gastronomía.
Sí, es una emisión de comida y turismo, ¿y qué cree?, es particularmente exitosa y popular. Si la quitaran del aire, muchos televidentes se quejarían. Es fundamental.
¿Y por qué es fundamental? Porque ha hecho hábito, porque las audiencias la siguen y la esperan, porque verla nos hace sentir bien, seguros, dueños de la situación.
¿A qué me refiero cuando le hablo de cambios políticos? A que Once Tv México es un canal público, a que durante los últimos dos sexenios fue administrado por elementos del PAN y porque gracias a esas administraciones tenemos La ruta del sabor.
Ahora, que está el PRI, La ruta del sabor sigue, de seguro porque la administración anterior la dejó programada como dejó progra- mado un montón de material indispensable entre series, documentales y producciones propias.
¡Gracias, señores del PRI, por permitirlo! Esto habla muy bien de ustedes y si lo sostienen por muchas más temporadas y por muchos más años va a hablar mejor. Tómenlo en cuenta antes de cualquier nombramiento.
¿Y por qué le digo que Miguel Conde es magnífico si no es chef, si no se encuera y si no hace las barbaridades que hacen otros?
Porque maneja la comunicación emocional como pocas figuras en la televisión mexicana, porque nos contagia de su alegría y de su entusiasmo y porque hace que todo, hasta la más insignificante de las recetas, nos interese.
Se nota que Miguel se prepara y tiene algo que me encanta: siempre trata con el mayor de los respetos a la gente que se va encontrando en el camino.
La ruta del sabor es una joya de nuestras pantallas y esta temporada es tan buena como las anteriores. Lo que hicieron en Chihuahua, por ejemplo, les quedó excelente. ¡Búsquela! Le va a encantar.