La Liga que todos soñamos…
Ni tan mala, ni tan buena. Busquemos mejor un término medio.
Encontrar el sitio adecuado de la Liga de futbol de México puede convertirse en una tarea mucho más complicada de lo que parece. Y no se trata de creer en lo que afi rma la lista de la Federación de Estadística e Historia de Futbol porque si tratamos de no hacerle caso cuando equivoca la realidad y coloca al futbol mexicano en un sitio que no parece merecer, tampoco la usaremos cuando lo demerita a una posición muy lejana de los sueños.
La de México no es la número 20 del mundo. La de México no está entre las mejores 5 Ligas del mundo y habría demasiada polémica si tratamos de ubicarla -como pide Decio de María- entre las 10 mejores del planeta futbolístico.
Partiendo desde la base que una Liga es tan poderosa como lo es su nivel futbolístico, en México siguen sobrando las dudas y las preguntas. ¿Qué clase de nivel tiene el futbolista mexicano comparado con los mejores del mundo? Y algo que podría ser más trascendental en el tema: ¿Qué tipo de futbolistas extranjeros juegan en México? Aunque el jugador mexicano ha avanzado mucho en las últimas dos décadas, no tiene un parámetro competitivo internacional que lo sostenga entre los mejores del mundo. Y los futbolistas extranjeros que vienen a México procedentes de los mercados sudamericanos suelen ser jugadores que no tienen espacio en Europa, son futbolistas dirigidos para un nivel como el mexicano.
Luego y siempre estarán los otros “detalles” (muy entre comillas), “detalles” que no le permiten a esta Liga seguir creciendo: El casi eterno poder que una sola empresa ejerce sobre la FMF, el control sobre la selección, la multipropiedad, el “Pacto de Caballeros”, los intereses, las televisoras, el arbitraje, los promotores, la inestabilidad de los proyectos, la imposición del negocio por encima de los argumentos deportivos, la escasa preparación de los dirigentes que tienen puestos administrativos en la Liga, etcétera.
Estoy de acuerdo: México no es la 20 del mundo. No está por debajo de Ligas como la ecuatoriana, la paraguaya o la chilena, pero tampoco tiene los argumentos para estar entre las 10 mejores. La Liga que todos soñamos aún está lejos de ser una realidad.
LA