regla de tres
Muchas dudas en Michoacán. Si como manejó el año pasado la crisis estudiantil, en la que sin razón se tomaron instalaciones universitarias, y se solapó a las organizaciones que tomaron como rehén a la institución, al rector de la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Salvador Jara Guerrero, va a operar la negociación sindical, se puede enredar más de la cuenta.
Crisis financiera sin fondo. Y es que para la semana entrante, las banderas de huelga amenazan a la Michoacana. Los cuadros sindicales ya le tomaron la medida al rector y saben que pueden lograr más por las presiones, que en la negociación sobre la mesa. Es más que necedad pensar en incrementos por encima de las limitaciones financieras y el tope salarial. Pero lo van a intentar, a sabiendas que Jara Guerrero no sabe manejarse en estos escenarios.
No es exclusivo. Sin embargo, el asunto de las negociaciones salariales no será exclusivo de la Michoacana. Ya vienen en el mismo tenor, y bajo los mismos argumentos, otras instituciones como la Autónoma de Guerrero, la Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, la Autónoma de Zacatecas y las que se sumen a este escenario. La situación presupuestal implica tejer fino en estos tiempos.
Incertidumbre por detalles. Quienes siguen en vilo por la resolución presupuestal son los rectores de las universidades públicas del país. Si bien no hubo recorte a los recursos en términos reales, lo que inquieta saber es la suerte específica de los fondos extraordinarios.
Versiones encontradas. Algunos aseguran que no se autorizaron recursos para todos los fondos, y otros hablan de que habrá cambios en ese asunto. Lo cierto es que en los próximos días quieren reunirse con los expertos y autoridades educativas para que sean ellos quienes despejen todas las dudas habidas y por haber.
Recortes considerables. En este escenario, hay quienes advierten que los recursos extraordinarios resultaron afectados de manera considerable para este 2013. Las bolsas por las que concursaban las instituciones revisten una importancia fundamental. Se trata de los recursos que equilibraban la desigualdad que el cabildeo y la negociación legislativa acrecientan.
A la espera de los recursos. Y sin esos fondos, el asunto se complica demasiado para las universidades. No es exageración, pero se trataba también de incentivos para mejorar la calidad y la planeación en las universidades. Los rectores esperan que en esta primera quincena de enero, se conozcan ya los montos definitivos que les fueron asignados. Y a partir de ello, iniciar las negociaciones con lo sindicatos.
En los gremios no se exagera. Tampoco se exagera al ver lo limitados que van a ser los incrementos salariales frente a un escenario económico frágil e incierto. Lo que nunca resulta pertinente, es que los sindicatos quieran aumentos de 20 o hasta 40 por ciento, cuando lo autorizado por la SEP para negociar las prestaciones no da para esos márgenes. Los rectores hablan de cuando menos un 3. 7 por ciento de incremento directo al salario, porcentaje aprobado para el año pasado.
Posicionamiento próximo. Si éste es el caso, veremos entonces cómo van a responder las universidades de manera oficial. Hasta donde se sabe, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) trabaja en ello. Analiza a fondo el presupuesto de este año y en breve se espera una postura. Muchos rectores, se sabe, están inconformes, pero esperan a que se dé este posicionamiento, para entonces sí hablar a detalle de lo que viene.
Cambios en la UNAM. A más de un mes de que Enrique del Val dejara la administración universitaria, para ocupar un cargo en la Secretaría de Educación Pública, el rector de la UNAM, José Narro Robles, designó esta semana a Leopoldo Silva Gutiérrez, como nuevo Secretario Administrativo de esta casa de estudios. Un hueco que no se había podido llenar debido al receso de fin de año y la premura con que se dieron las designaciones presidenciales, en la recta final en la conformación del gabinete educativo.
Confianza plena. Silva Gutiérrez ha laborado en la UNAM más de tres décadas donde ha desempeñado los cargos de secretario particular del rector y director general de Incorporación y Revalidación de Estudios, de Administración Escolar y de Personal. De todas las confianzas del rector. Por así decirlo.
A dos meses en la U de G. La elección del nuevo rector en la Universidad de Guadalajara comienza a tomar forma. Jaime Agustín González Álvarez, Director de los Hospitales Civiles de esa ciudad, reconoció que ya fue invitado por varios consejeros universitarios a sumarse a una terna para competir por el cargo, en marzo próximo. Un cambio que, por tradición, nunca ha estado exento de polémica.
Se suma a la lista. González Álvarez se suma a los aspirantes que ya se mencionan para suceder a Marco Antonio Cortés Guardado. Desde Tonatiuh Bravo Padilla, rector del CUCEA, y ex diputado; Héctor Raúl Pérez Gómez, titular del CUCS; Ruth Padilla Muñoz, directora del Sistema de Educación Media Superior; hasta Alfredo Peña, Secretario General de la U de G. No todos van a llegar a la parte final.
Con calma se toman la sucesión. De todos ellos, sólo Jaime Agustín González, Director de los Hospitales Civiles de Guadalajara; y Héctor Raúl Pérez, rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), han hecho públicas sus aspiraciones. El resto espera la convocatoria emitida por el Consejo Universitario, para asumir la rectoría de la U de G, a partir del 1 de abril. De cualquier modo, es sabido que dirá la última palabra.
Erogaciones innecesarias. En otra institución donde se respiran aires de sucesión, es en la Universidad Autónoma de Guerrero. Lo que no se entiende es la erogación de recursos. Para qué gastar en una campaña por la rectoría, cuando se es el único candidato registrado al cargo. Candidato de unidad le llaman ahora. Por eso es que lo de Javier Saldaña Almazán, no es más que una campaña sólo por cumplir con un requerimiento de la legislación universitaria. Sólo eso. Con o sin campaña va a llegar.