Deutsche Bank demanda a Urbi por no pagar un financiamiento
Deutsche Bank presentó en una corte de Nueva York, Estados Unidos, una demanda contra Urbi por 61 millones de dólares, más gastos e intereses, luego de que la constructora incumplió el pago de contratos de crédito.
Según documentos presentados el miércoles en la corte, Urbi incumplió en abril el pago de alrededor de 6 millones de dólares en capital e intereses de dos créditos que tiene con Deutsche Bank.
Los préstamos ascienden a 50 y 55 millones de dólares, cita el documento de la demanda.
“La falta de pago constituye en automático un evento de incumplimiento bajo el acuerdo de crédito, en el que Deutsche Bank tiene derecho a declarar los préstamos inmediatamente vencidos”, agregó.
Urbi, que contrató el mes pasado a un asesor financiero para que le ayude a reestructurar su pesada deuda, enfrenta otras dos demandas en Nueva York de parte de Barclays y Credit Suisse por instrumentos derivados.
La constructora, al igual que sus principales rivales Homex y Geo, ha visto presionados sus resultados en los últimos dos años por sobreinvertir en enormes desarrollos y tierras donde sus clientes mexicanos ya no quieren vivir, lo que elevó sus deudas y deterioró su liquidez, cita la agencia internacional.
Las acciones de Urbi, que también ha incumplido el pago de intereses de su deuda local, cayeron ayer 1.51 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores, para colocarse en 1.96 pesos al cierre de la jornada bursátil.
El pasado 30 de abril, MILENIO informó que Urbi no cumplió con el pago de intereses en el mercado nacional, por 3.9 millones de pesos (320 mil 800 dólares), correspondientes a certificados bursátiles 2014.
Asimismo, el 19 de abril, Urbi se acogió a un periodo de gracias de 30 días para no cubrir el pago de intereses por 6.4 millones de dólares de sus bonos que vencen en 2016 y generó dudas sobre si podrá hacer frente a otras obligaciones por venir.
Urbi está negociando con los acreedores una reestructuración de su deuda, debido al desplome de las ventas y su deteriorada liquidez, que ha llevado a algunas agencias de riesgo crediticio a recortar sus calificaciones a niveles de incumplimiento (D).