Ferguson y el periodismo mexicano
La normalidad con que encararon no sólo un cambio de técnico, sino de época, el Bayern y el United, contrasta con los convulsos procesos que otros equipos sufren eligiendo no solamente un técnico, sino su futuro. Guardiola y ahora David Moyes son los proyectos más confiables del futbol mundial. Ambos tienen un factor común: el largo plazo. Clubes como Bayern y United utilizan el tiempo como fuente de credibilidad mientras otros van en sentido contrario. No vale la pena tropicalizar la comparación llevando este ejemplo al corto placista futbol mexicano; la simple mención de Vergara, nuestro Abramovich regional, asusta. Dejémoslo ahí, también en prestigiosos clubes europeos existe la idea de cambiar el modelo y entrenador a la primera. El misterio del futbol es averiguar por qué si hay grandes clubes que alcanzan éxito apostando al largo plazo nadie los imita. Mi conclusión es mal pensada: la famosa continuidad atenta contra la operación que más dinero mueve en la industria del futbol: compra venta de jugadores. No existe promotor en el mundo al que convengan equipos institucionales como Bayern y United. La derrama que la promotoría genera en negocios colaterales, como las comisiones infl ando precios, depende de modelos como Chelsea, Madrid, Inter, PSG o City. Clubes secuestrados por entrenadores que trabajan para promotores. El caso Mourinho-Jorge Mendes (Gestifute), es descarado. Asaltaron tres clubes con presupuestos millonarios en 6 años y van de regreso (Chelsea). De ellos para abajo todos los clubes del mundo que no actúen como Bayern o United están contaminados, intervenidos. En los últimos días el periodismo mexicano preguntaba cómo Ferguson duró 26 años en el United; muy fácil, golpeaba promotores.