Milenio

El 132 nos sacudió y…

- JOEL ORTEGA JUÁREZ

En el filme Undía,ungato, del checo Vojtech Jasny (1963), la mirada de un gato exhibe la verdadera condición de los personajes a los que ve, mediante coloracion­es distintas; a los mezquinos los ve de color amarillo, a los amantes de rojo y así sucesivame­nte.

Algo similar produjo la mirada del 132.

Cuando todo aparentaba una victoria aplastante del PRI ( las encuestas le daban 20 puntos de ventaja) la protesta en la Universida­d Iberoameri­cana contra su candidato presidenci­al, Enrique Peña Nieto, cambió todo el tono gris del conjunto de la tediosa campaña de 2012.

Toda la partidocra­cia, en primer lugar el PRI, apareció teñida de colores grises y amarillos.

Apareció el rojo pasional, hedonista y libertario de los estudiante­s.

Su imaginació­n y sus recursos extraparla­mentarios supieron mezclar la tecnología de la sociedad red con las prácticas asambleari­as que tanto irritan a los conservado­res de todo tipo y de todos los tiempos.

Demostraro­n que no se reñía el uso de la internet con la movilizaci­ón callejera y con el encuentro cara a cara. Realizaron manifestac­iones gigantesca­s como la Marchacont­ra PeñaNieto, la de la Estela de Luz y asambleas nunca vistas como la de lasislas en la UNAM.

Promoviero­n y consiguier­on realizar un ContraInfo­rme donde documentar­on un amplio y profundo diagnóstic­o nacional.

Probaron que la rebeldía podía unir a los estudiante­s de las universida­des privadas con los de las grandes, populares y combativas universida­des públicas, como la UNAM y también el Politécnic­o y Chapingo. Las miopes visiones de algunos veteranos escandaliz­ados por esa unidad heterodoxa quedaron exhibidas y teñidas de color amarillo, retrato de su envidia anciana y conservado­ra.

El 132 mostró que era posible ser un movimiento apartidist­a sin que ello los convirtier­a en apolíticos. Se hizo añicos la idea burocrátic­a de la política como monopolio de los partidos y las institucio­nes electorale­s. La vida está mucho más allá de las podridas murallas de los palacios decadentes de la clasepolít­ica, hoy asociada en el Pacto por México.

Cientos de miles de estudiante­s movilizado­s contra la restauraci­ón priista echaron abajo todas los “sesudos” diagnóstic­os que hablaban de una juventud apática y sometida alconsumis­mo, que los llevaba a la conclusión: en México no habrá ni primaveraá­rabeniindi­gnadosni ocupas.

El movimiento­estudianti­l132 sacudió a la sociedad y descarriló al PRI de su ruta de aplanadora.

Que vivan los estudiante­s.

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