Chucho, intratables
Sin dar mucho espectáculo, las Águilas derrotaron a unos Pumas que se lucieron en el primer tiempo, pero apareció Benítez para finiquitar la serie
América aguantó todas las trombas que Pumas descargó en la primera mitad hasta alcanzar un triunfo de 2-1 que se le resistió más de lo debido. Por los goles, más que por el espectáculo, hubo justicia con el ganador y con el protagonista de la obra: Christian Benítez, autor de los dos tantos que le abrieron la puerta de su tercera semifi nal consecutiva a las Águilas y el gol 100 en su cuenta personal en México.
Cuando un equipo cuenta con esos atacantes matones como lo es el Chucho, tiene poco de qué preocuparse, porque cuando anda de vena, puede contar con el resultado sin importar si destila su mejor futbol. No cabe duda que América extrañará a Benítez en caso de que se marche a Europa, como se ha rumorado, porque encontró al ídolo que su afición tanto buscó.
En el duelo, el cuadro azulcrema sufrió sin desencajarse con la primera embestida de los universitarios. En general, fue un partido duro, de inteligencia, intensidad interrumpida y con la calidad en los lapsos justos.
América arrancó adormilado por unos Pumas que marcaron la pauta del partido y que no se desbordaron ante la necesidad de meter goles. El mediocampo del cuadro visitante puso el ritmo, con Cabrera y Romagnoli ganándole la partida a Jesús Molina y al Negro Medina. Sin duda Martín comanda el medio campo como pocos, pues lo mismo defiende que ataca.
Además, en aquellos instantes, cada vez que Christian Benítez intentó hacer daño en el área, Darío Verón lo desarmó con frialdad, también lo hizo Velarde cuando se le requirió. También lo intentó Raúl Jiménez, quien 0-1 1-1 2-1 21 56 94 R. Ramírez Remate/zurda C. Benítez Remate/zurda C. Benítez Remate/zurda sacó un disparo de veneno, pero Alejandro Palacios se comportó a la altura.
Después de eso, Pumas se adueño de cada centímetro del campo, pese a que al minuto 18 sufrió la baja de David Cabrera por lesión, en su lugar entró Jehú Chiapas, quien movió bien el esférico y tuvo escapadas importantes al ataque, la mejor, el pase que pone para el gol.
Al minuto 21, Chiapas centra con precisión para Robín Ramírez, quien bien ubicado en el centro del área, sacó un potente disparo ante el que Moisés Muñoz no tuvo recursos.
Mientras el duelo respira buenas jugadas, ambos técnicos vivían su encuentro desde las bancas. Antonio Torres Servín con mayor tranquilidad, apenas daba indicaciones, pues sus pupilos tenían mayor posesión del esférico. Mientras tanto, el Piojo Herrera lucía reflejos rojos en el rostro, hacía corajes, porque su equipo parecía superado, pese a que tuvo algunos intentos.
Y en la cancha, Javier Cortés