Terminó el sueño
Los Ángeles de la Ciudad de México cayeron 2-0 en el juego ante Zitácuaro (global 3-1), con lo que quedaron eliminados en los octavos de final de la Tercera División
La Heroica de Zitácuaro fue la última parada de los Ángeles de la Ciudad de México en la Liguilla de la Tercera División. Aquí, en este municipio de Michoacán el equipo capitalino cayó 2-0 ante los locales y terminó por sucumbir en el global 3-1. El adiós se decretó.
La Tercera División es un territorio desconocido, en el que el valor puro del juego se palpa en el terreno y en las tribunas. Jugadas fuertes, ríspidas, intensas, pero sin mala intención en la cancha. Afuera, las familias gritan a todo pulmón y le dan un folclor muy especial al entorno.
Muy lejos de los reflectores y la mercadotecnia del máximo circuito, dos equipos juveniles dejaron todo por el boleto a los cuartos de final. Los Guerreros de Zitácuaro aprovecharon su localía y de inmediato hicieron prevalecer sus condiciones. Este equipo es muy compacto, cuenta con dos o tres elementos muy interesantes para cualquier visor que guste darse una vuelta por estos rumbos.
De lo poco que tuvo el equipo de los Ángeles fue un tiro de Bryan Sánchez que se estrelló en el poste. De ahí, poco a poco fue desapareciendo. Y si la esperanza de unos cuartos de final estaba latente para los capitalinos, después del empate a un gol en el juego de ida, ésta desapareció cuando el capitán del Zitácuaro, Efraín Piña, aprovechó una serie de rebotes para anotar el primer gol.
Ángeles quiso reaccionar, pero ahí se dio cuenta de sus propias limitaciones. Un equipo con un once definido, pero sin una banca que pueda revolucionar el juego. En el segundo tiempo, Zitácuaro siguió encima, sin darle tregua a los capitalinos. Es más, la presión orilló al error de la zaga angelina que dejó un balón en la salida, lo cual fue aprovechado por Jesús Gómez para anotar el 2-0.
El equipo de José Luis Pareja López nunca le encontró el pulso al juego, es más, todavía fue víctima de un tercer gol (obra de Óscar Castro) que fue anulado por una supuesta falta. Pero ya era más que sentenciada la derrota.
Aun en los últimos minutos, fue incapaz de encontrar algún resquicio para acercarse en el marcador. Los 90 minutos terminaron y el júbilo del estadio López Rayón estalló por el triunfo local.
Ellos están de fiesta, en este sábado futbolero, mientras los jugadores de los Ángeles derramaron algunas lágrimas sobre el césped antes de enfilarse a los vestidores. El sueño terminó en la Heroica de Zitácuaro, muy lejos de todos los reflectores.