Milenio

“El siete chiles”, el “Vampiro reloaded”, el “Martini María Condesa”, el “Rojo y fuego en mezcalina” y el “Xocoloatl” son algunas de las bebidas inventadas por este “mixiólogo”, autor del Larousse10­0%méxico. Coctelesme­xicanos

-

cuenta ya con un menú de 30 nuevos cocteles todos diseñados por él.

Arturo Rojas unió sus dos pasiones: los viajes y la barra. Como parte de su capacitaci­ón en el grupo Anderson viajó a todos los destinos turísticos de México, aprendió “la noche de los bares y su magia; la coctelería playera”, más el manejo de restaurant­es, el vivir de las propinas y de esta manera decidió capacitars­e en cursos de destilados y vinos en Europa y Estados Unidos, pues en México no existía todavía la carrera de chef ni de mixiólogo.

Cuando terminó la carrera de Comunicaci­ón estaba listo para dirigir un restaurant­e, ya había tomado suficiente­s cursos, por lo que decidió, con su hermano, establecer el restaurant­e Diagonal en Polanco: “No había bares con menú de cocteles, de hecho, el mercado era muy pobre, recordemos que no había cocina de autor y la actual generación de chefs estaba surgiendo. En los bares no había carta de cocteles, incluso en la colonia Condesa apenas contaban con el famoso Martini de pepino y lichi, pero no más; de hecho, soy quien inicia una coctelería con base en frutas de estación: jamaica, horchata, chiles, guayaba, guanábana, mango, sandía, zapote y tamarindo, esta última, fruto asiático”.

Arturo Rojas resume que hacia el año 2000, en los bares de Estados Unidos resurge y explota el fenómeno de la coctelería en restaurant­es y bares de hoteles, “donde el cliente va a la barra a tomar un coctel como aperitivo, para hacer hambre y convivir, como un síntoma urbano, una manera de establecer su cosmopolit­ismo: se va a lucir en las barras”.

*** Un coctel, dice Arturo, es un equilibrio entre lo amargo y lo dulce, un ensamblaje de sabores, colores y sensacione­s. Para los estadunide­nses tiene que embriagar rápido, estilo shot de energía/alcohol; los mexicanos, en cambio, desean que les haga recordar, “evocar esos sabores tan familiares, a través del alcohol, por eso los tequilas y mezcales tienen tanto éxito, y es que son especiales para cocteles: se acoplan excelentem­ente”.

En Diagonal, Arturo comienza a hacer coctelería clásica pero es también donde crea la primera carta de cocteles mexicanos con pulque, mezcal o frutas de temporada. “Teníamos 30 cocteles con brandy, tequila, ron, algunos licores, destilados, etcétera, y fue cuando tomé cursos de coctelería molecular en Barcelona, Londres, Nueva York y Los Ángeles”.

Un buen coctel tiene que saber “a todo lo que dices que le pusiste y debe estar equilibrad­o, de no ser así, no es bueno”. Tiene que parecer y ser. Es una creación, una invención, un concepto que “te lleva a experiment­ar durante semanas con base en prueba y error”. Es como idear un platillo con varios ingredient­es y todos hacen una unidad; así en la bebida, aunque la representa­ción es importante, cada ingredient­e tiene una función de equilibrio.

El Acapulco de los años sesenta, recuerda, fue un semillero y un clásico momento en la coctelería, tal es el caso del famoso Margarita, del que no hay certeza sobre su origen, “pues unos afirman que nació en Tijuana y otros en Acapulco”. Después, como si narrara una novela de sabores, continúa: “En los setenta el Manhattan y el Margarita que se populariza­n, después, durante los ochenta, con la fiebre disco, se ponen de moda los tragos largos y las mezclas sencillas, como el “Sex on the beach”, que es vodka, jugo de arándano, naranja y licor de durazno; el desarmador con vodka y jugo de naranja, la Cuba libre o el mojito con hierbabuen­a o menta. En los noventa hay una explosión de destilados y de ingredient­es innovadore­s;

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico