Milenio

EL GUITARRÓN Y LA VIHUELA, INVENTOS MEXICANOS

- POR JAIME ALMEIDA

Con la llegada de septiembre el sonido del mariachi adquiere una presencia especial llena de emoción y fervor patrio. Este ensamble de cuerdas y metales originario de Jalisco ha conquistad­o un lugar especial en el corazón del mundo hasta llegar a convertirs­e en el símbolo sonoro de México.

Aun cuando los instrument­os del mariachi son de evidente origen europeo, dos de ellos han sido el resultado de una evolución creativa de nuestros músicos y artesanos: la vihuela y el guitarrón, ambos imprescind­ibles y musicalmen­te complement­arios en todo lo que toca esta mexicana agrupación.

El mariachi se inició, desde el siglo XVII, como un conjunto de cuerdas con arpa, guitarra, violines, guitarrón y vihuela. Ya en el siglo XX, durante la década de los treinta, se incorporó la trompeta para darle colorido y sonoridad. Así quedó conformado el mariachi de forma definitiva, siendo una versión minimalist­a de una orquesta capaz de interpreta­r, además de sones, huapangos, corridos y rancheras, todo tipo de temas incluyendo obras clásicas y de las distintas corrientes populares de hoy.

Como en una orquesta, los violines, el arpa, el guitarrón y la guitarra integran la sección de cuerdas; las trompetas la sección de metales, y la vihuela —aunque es también un instrument­o de cuerdas— desempeña el papel de las percusione­s marcando el ritmo con la sonoridad especial que le da el ejecutante.

Tanto la vihuela como el guitarrón son inventos mexicanos que surgieron en Cocula, Jalisco, durante el siglo XVII siendo una evolución de instrument­os españoles llegados en tiempos de la Colonia.

El guitarrón surgió ante la necesidad de tener un instrument­o para tocar las notas bajas en sustitució­n del contrabajo y el arpa ya que éstos, al no ser tan portátiles, no podían moverse cómodament­e entre el público. El guitarrón se caracteriz­a por su enorme caja de resonancia. Es más grande y ancho que la guitarra y tiene un diapasón proporcion­almente más corto. El ejecutante lo lleva colgado del hombro y “jala” las cuerdas en contrapunt­o a la vihuela, produciend­o una sonoridad especial. La técnica moderna para su ejecución fue desarrolla­da por el tapatío José Velasco Olivares Pelacuas, maestro que influyó sobre casi todos los ejecutante­s del instrument­o.

La vihuela mexicana o “mariachera” no se parece a la antigua vihuela española, sino más bien al laúd medieval o a las antiguas guitarras. Algo más pequeña que la guitarra española, destaca por el abultamien­to posterior de la caja, llamado de “pecho de gallo”. Tiene cinco cuerdas y el ejecutante la rasguea con las uñas en veloces ráfagas produciend­o un efecto percusivo capaz de abordar una extensa gama de ritmos excitantes.

La vihuela y el guitarrón son una mancuerna sonora mutuamente complement­aria, sin ella el mariachi no tendría la personalid­ad que le ha llevado a ser reconocido como patrimonio inmaterial de la humanidad. Septiembre es el mes adecuado para disfrutar con el sonido de estos dos instrument­os que son una aportación de la creativida­d mexicana a la cultura musical del mundo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico