2014, un año complicado para metales preciosos
Este año será complicado para los metales preciosos, pues desde octubre pasado los precios del oro y la plata han experimentado una caída importante y todo apunta a que esta tendencia continuará.
El metal amarillo ha estado impactado principalmente por mejores expectativas en la economía estadunidense y el metal blanco, además de lo anterior, por la situación de la producción manufacturera mundial.
En el caso del oro, especialistas estiman que este año que comienza la onza tendrá un precio promedio de entre mil 260 y mil 270 dólares, cifra muy inferior al máximo alcanzado en septiembre de 2011, de mil 896.5 dólares. Para la plata, las previsiones apuntan a un precio promedio de 21 dólares por onza, por debajo del precio promedio a noviembre de 2013, de 24.2 dólares, y del de 2012, de 32.2 dólares.
El descenso que ha tenido el oro se deriva, principalmente, de un entorno más favorable en Estados Unidos, pues la Reserva Federal de este país comenzará a partir de este mes a reducir el ritmo de sus estímulos monetarios, debido a mejores condiciones que presenta la economía, además de que existen menores expectativas de inflación.
Aunado a lo anterior, el dólar ha mostrado mayor fortaleza; hay menores riesgos financieros a escala mundial; existen perspectivas favorables para los mercados accionarios de los países desarrollados, lo cual sugiere que las inversiones se orientarán hacia ellos, y la situación crediticia en la los países periféricos de la eurozona ha mejorado. En este contexto, el oro ha dejado de ser un activo de refugio.
Con respecto a la plata, este metal también ha mostrado una caída, además de una alta volatilidad, ya que su precio, además de reflejar los elementos que han afectado el precio del oro, se ve impactado por el entorno de la manufactura en el mundo, pues la plata tiene una alta demanda para usos industriales.
Específicamente, el menor crecimiento económico de China y los embates que presentó la manufactura de este país presionaron el precio de la plata, pues la industria del gigante asiático es de las más importantes en el mundo y, por ende, esta nación es una gran consumidora del metal blanco.
Hacia adelante, las perspectivas no son tan favorables para la plata, pues además de reflejar los elementos que impactarán al oro, las condiciones industriales en el mundo tendrán que tener una perspectiva clara para que la demanda por el metal blanco se reactive, indicaron analistas.