Enfrentan 30 años de cárcel por esclavizar
Extinción de dominio a planchaduría donde maltrataban y retenían a una joven
Alejandra tiene un pasaje de su vida que no alcanza a dilucidar. De su familia sabe poco y es renuente a describir dónde y cómo localizarla. Su encierro terminó, pero la ropa que planchaba a diario aún pende de los ganchos.
El domicilio que el jueves pasado cateó la Policía de Investigación está vacío, y a un paso de que se le aplique la Ley de Extinción de Dominio.
Por el momento, lo resguardan elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal. Los vecinos, en cambio, han preguntado cómo recuperar sus prendas de vestir y sorprendidos tratan de justificar el actuar de la familia Molina Ochoa.
De Leticia, la dueña de la planchaduría express, de su esposo José de Jesús y de sus hijas Ivette y Janett, tienen la opinión de que eran amables con la clien- tela, personas que realizaban ejercicio y organizaban fiestas frecuentemente.
Mientras que de Fanny Molina se sorprenden aún más, porque ella se dedicaba a atender la estética que era de su propiedad. Los cinco hoy están encarcelados, contrataron a un abogado y pidieron al juez 17 penal duplicar el término constitucional de 72 horas.
Todos ellos podrían alcanzar una penalidad hasta de 30 años de prisión según la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata Personas.
El caso de trabajos forzados, que, a decir de las autoridades, es único en la Ciudad de México, seguirá paralelamente al juicio penal.
En el juzgado han pedido que comparezcan testigos que avalen que eran ellos quienes planchaban las prendas y realizaban composturas de ropa, porque de esas actividades sobrevivían.
Gertrudis es una vecina de la colonia Lomas de Padierna que, a sus 65 años, describe que el negocio estaba dividido con tablarroca y para que los clientes no observaran el interior colocaron una cortina. “Se me hace imposible que las estén acusando de esas cosas, no puede ser. Ojalá no sea verdad y pronto se arregle todo. Aquí todos conocemos a Leticia y Fanny, su papá ya dijo que va a levantar firmas”, comentó.
Hoy el domicilio de la calle Izamal, en la delegación Tlalpan, luce vacío. Las dos casas que hay en el predio quedaron deshabitadas, pero cuando Ale- jandra regresó a mostrar a la policía las tres zonas donde era encadenada y los objetos con los que era golpeada sus recuerdos se recrudecieron.
La mujer de 22 años, con cuerpo de 14 años y cuyos órganos denotan a una persona de 81, lucha por su vida.
La desnutrición severa la mantiene de pie, pero con espacios mentales ausentes. Es ahí donde los peritos trabajan con terapias y atención especializada. Las cicatrices serán permanentes.
Los coordinadores de los diputados federales del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y del PAN, Ricardo Anaya, calificaron de grave, reprobable y vergonzoso el caso de la joven esclavizada en una planchaduría del Distrito Federal, al tiempo de exigir a las autoridades un castigo severo y ejemplar para los responsables. “Me parece gravísimo este caso; me parece reprobable y absolutamente inaceptable. Ahí estamos en presencia de la comisión no de uno, sino de muchos delitos, y lo que nosotros exigimos es que las autoridades se empleen a fondo y que haya un castigo verdaderamente severo y ejemplar a quienes cometieron esta atrocidad”, puntualizó Anaya. M