Milenio

Piëch deja un hueco en la cima del imperio VW

Su perfeccion­ismo lo llevó a diseñar vehículos complejos, superiores en lo técnico, sin importar el costo

- Chris Bryant/ Fráncfort Informació­n adicional de Andy Sharman

La renuncia de Ferdinand Piëch, la fuerza dominante en Volkswagen por más de dos décadas, deja un vacío en la cúpula de la automotriz alemana, comparable al de Apple sin Steve Jobs.

Aunque en los últimos días los altos directivos se frustraban cada vez más con la campaña del presidente para echar al CEO, Martin Winterkorn, ninguno de ellos realmente creía que podía renunciar al trabajo de su vida.

Piëch ganó sus batallas y siempre tuvo otro as bajo la manga. Pero tras renuncia, parece que no hay vuelta atrás. “Las oportunida­des de que vuelva a desempeñar un papel de liderazgo (en VW) son muy pequeñas y tienden a cero. No se concibe que se reincorpor­e al consejo”, dice Ferdinand Dudenhöffe­r, del centro de investigac­ión automotriz de la Universida­d de Duisburg-Essen.

Las actividade­s del presidente son de supervisió­n —principalm­ente el control de la estrategia y la contrataci­ón y despido de ejecutivos—, por lo tanto, su salida no tendrá un impacto inmediato en las operacione­s de VW.

Stephan Weil, primer ministro de Baja Sajonia, que tiene una participac­ión de 20 por ciento de las acciones con derecho a voto, dijo que los consejos ejecutivos y de supervisió­n de VW permanecen “totalmente funcionale­s”.

Sin embargo, desde 1993, como CEO, y a partir de 2002 como presidente, Piëch transformó VW de ser un fabricante de autos con pérdidas y poco productivo, a uno rentable y una potencia mundial.

Sin su personalid­ad permanente y líder indomable, VW ya no es la misma firma automotriz. El talento de ingeniería y el perfeccion­ismo de Piëch lo llevaron a diseñar vehículos complejos, técnicamen­te superiores, a menudo sin importar el costo.

Bernstein Research colocó tres vehículos del Grupo VW —el Bugatti Veyron, el VW Phaeton (para el cual VW construyó una fábrica a la medida), y el Audi A2 de aluminio— en su lista de los 10 carros con más pérdidas en los tiempos modernos.

Mientras que el deseo del ahora ex presidente de que VW debía superar a Toyota y General Motors como el fabricante más grande del mundo por ventas, llevó a la compañía a una expansión y a un frenesí de adquisicio­nes.

VW Group ahora tiene ingresos anuales de más de 200 mil millones de euros y ventas de 10 millones 100 vehículos, con 118 plantas en 31 países y cerca de 600 mil empleados.

VW compró Lamborghin­i, Bentley y Bugatti solo en 1988 y su conjunto de 12 marcas ahora va más allá del rango automotriz, y se extiende desde el fabricante de camiones MAN hasta la marca de motociclet­as Ducati.

A favor de Piëch, éste desarrolló una estrategia de plataforma­s para compartir partes en todas las marcas de autos y reducir los costos. Sin embargo, su tendencia a perseguir proyectos de vanidad y desprecio por las normas de gobernanza corporativ­a —designó a su esposa Ursula, una ex niñera, para el consejo— nunca le ganó la simpatía de los inversioni­stas institucio­nales.

No hay un sucesor natural. Se esperaba que Winterkorn, el CEO de VW de 67 años de edad, lo sustituyer­a en el cargo en 2017, cuando venciera el contrato de Piëch.

Pero su relación se quebró en la batalla por el liderazgo. En combinació­n, las familias Porsche y Piëch controlan 51 por ciento de las acciones con derecho a voto en VW por medio del holding Porsche SE. Por ahora, Piëch mantiene su poder de voto en la designació­n, pero no está claro si tiene planes de mantener su participac­ión en el largo plazo.

Su primo, Wolfgang Porsche, jefe del clan Porsche y presidente de la marca Porsche, es más sociable que Piëch, pero le falta el toque implacable y la experienci­a operativa.

Piëch negó un informe en los medios este mes que buscaba instalar a su esposa como presidenta y, en cualquier caso, ella también renunció a la junta.

En 2010, poco después de que Porsche estuvo a punto de caer en insolvenci­a a través de su oferta para adquirir a VW, Piëch —nieto del inventor del Volkswagen Sedán— señaló: “La primera generación crea, la segunda mantiene y mi generación es la tercera, normalment­e es la que lo arruina”. Ganancia global por ventas que obtiene la automotriz Volkswagen al año; posee 118 plantas en 31 países y tiene cerca de 600 mil empleados Vehículos del

Grupo VW que Bernstein Research colocó en su lista de los

10 carros con más pérdidas en la actualidad: el Bugatti Veyron, el VW Phaeton y

el Audi A2

Marcas que constituye­n VW Group; va más allá del rango automotriz y se extiende desde el fabricante de camiones MAN hasta la marca de motociclet­as

Ducati

VW debe asegurarse de que esta máxima no llegue a pasar. Por lo tanto los directores no deben apresurars­e a nombrar a un sucesor.

En una acción inusual, Berthold Huber, experiment­ado sindicalis­ta, será en presidente interino, pero Weil se negó a especular sobre el sucesor permanente. “No queremos reemplazar un debate de personal con uno nuevo”, dijo.

Sin embargo, es posible que los principale­s accionista­s —las familias Porsche y Piëch, la Autoridad de Inversión de Qatar y Baja Sajonia— elijan a una persona no miembro de la familia para que dirija el consejo.

Ulrich Hackenberg —el experiment­ado director de desarrollo tecnológic­o de VW Group— puede encajar en el molde.

El control de Winterkorn en el puesto como CEO está seguro por el momento. Tiene el apoyo de la familia Porsche y de otros miembros del consejo de supervisió­n y se puede esperar una extensión de contrato en 2016.

Aunque las razones del presidente para criticar a su ex protegido siguen sin conocerse, el CEO se debilitó con el asunto.

La lucha por el liderazgo arrojó una luz sobre las fallas de VW: los bajos márgenes de la marca central de vehículos para pasajeros; su incapacida­d para desarrolla­r un auto de bajo costo para el mercado chino; y el desplome de las ventas en EU. En los siguientes meses se presentará­n nuevos desafíos. China representa más de una tercera parte de las ventas de vehículos VW, pero el mercado empezó a desacelera­rse. Mientras tanto, las ventas de VW en Rusia están en caída libre.

Hay rumores persistent­es de que Piëch quería comprar un fabricante de camiones de Estados Unidos, o una marca italiana, pero por ahora se ven poco probables las adquisicio­nes en el corto plazo.

Amdt Ellinghors­t, analista de Evercore ISI, dice que la salida de Piëch elimina “el riesgo de fusiones y adquisicio­nes” de VW. “El mercado asociaba a Piëch con la construcci­ón del imperio”, dijo.

La lucha por el liderazgo sirvió como un recordator­io para los accionista­s del enorme poder que tienen en VW el gobierno regional y los representa­ntes sindicales locales, estos últimos tienen asientos en el consejo de supervisió­n.

“El sindicato y el estado de Baja Sajonia son los grandes ganadores en la lucha de poder de VW”, dice Dudenhöffe­r, de la Universida­d de Duisburg-Essen.

Aunque VW necesita recortar costos, es poco probable que reduzca significat­ivamente su fuerza laboral alemana —45 por ciento del total— ahora que salió Piëch.

Tal vez el mayor alivio lo sentirán los administra­dores de VW, Piëch era un duro capataz: una simple frase dirigida a menudo era suficiente para sellar el destino de un ejecutivo con bajo rendimient­o. “No es posible llevar a una compañía a la cima al enfocarse en el mayor nivel de armonía”, escribió en su autobiogra­fía.

Hasta ahora su estrategia de destrucció­n creativa tuvo resultados para VW. Pero en la última de acciones implacable­s de Piëch sacó lo mejor de él y demostró que incluso el poderoso patriarca podía fallar.

 ??  ?? El ex presidente de la automotriz.
El ex presidente de la automotriz.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico