Jairo Calixto Albarrán
Como era de esperarse, los reyes del monocultivo neuronal de inmediato se fueron sobre Catémoc Blanco, solo porque en un acto de campaña llamó a las masas a votar por el PRD, en vez de exaltar al PSD, que es el partido que lo ha cobijado bajo sus siglas, como si hubiera alguna diferencia. En realidad si el delantero hubiera dicho PRI, PAN o cualquier otro partido tampoco es que las cosas fueran muy distintas. Esto lo sabe el propio candidato de la joroba chica infierno grande, porque en el futbol tampoco los equipos son muy distintos entre sí.
Lo mismo pasó con la señora presidenta municipal de Ciudad Hidalgo, Ana Belinda Hurtado Marín, quien de manera dolosa fue ajusticiada en las redes sociales por haber trepado a su Facebook una imagen de ella con un señor que a leguas se ve que pertenece al ejército laboral de reserva, justo cuando le regalaba un limpiaparabrisas para que pudiera ayudarse dejando a los coches rechinando de limpios.
Oiga usted, malo que la perredista hubiera encadenado al señor al artilugio como hicieron unos nostálgicos del esclavismo con una chica a la que ponían a planchar ajeno de sol a sol en un país como el nuestro, donde esas cosas no ocurren, nomás pregúntele a un jornalero.
Comoquiera que sea, lo que era una buena acción como la de Chepina Vázquez Mota de hacer un libro sobre la experien- cia de Alondra se convirtió en fuente de sospechosismo de la peor ralea. Digo, y hasta para mostrar sus solvencia moral, en su muro feisbuquero tenía una foto con Chiflano Aureoles, ¡ y sin andar en helicóptero! ¡Fíjate qué suave! Y aun así como lo ven, aceptando sin conceder que a Blanco le pudiera faltar una embarradita de agricultura y recursos hidráulicos para poner a trabajar a la cisterna, es más lúcido que no pocos funcionarios y candidatos que de veras están para el arrastre. Digo, el admirable y culto futbolero, héroe de la mexicanidad, tiene que aprender de grandes maestros de la polaca como doña Pavlovich, quien aspira a superar por la derecha a Ivonne Ortega y quien en el estado que, junto con Veracruz, tiene más delitos electorales, Sonora (allí donde el padrote Padrés le perdona impuestos a sus partners), sale de jugadora de beisbol dándole de toletazos al PAN al estilo HéctorEspino, El Niño Asesino ( los panistas deben de responderle con un “no, no, no, no, no, no, diíganle que no a esa Pavlovich); o el góber Moreno Valle, que en Puebla promovió en su Twitter a un grupo especializado en narcocorridos; o aquellos que desde el PRI- DF rifan ¡ uuuunnnn aaaauuuuutttttoooooo!
Catémoc ya ofreció disculpas, perdónenlo, ¡no es un animal, no es un fenómeno! m