Milenio

ENRIQUE PEÑA NIETO Combatir la corrupción

“Hoy promulgaré la reforma en la materia, un cambio de gran relevancia, producto de un ejercicio inédito de discusión”

-

E“Es inaceptabl­e que México tenga una evaluación tan baja en la materia”, afirma

n nuestro país estamos viviendo uno de los procesos de transforma­ción institucio­nal más importante­s de nuestra historia moderna. Por primera vez en décadas, entre las principale­s fuerzas políticas hemos revisado y reorganiza­do a fondo nuestro sistema político, económico y social, a partir de 11 grandes reformas. Hemos adaptado la propia estructura del Estado para convertir a México en el país que todos queremos. Sin duda, lograrlo depende de que todos, sociedad y autoridade­s — de los tres poderes y de los distintos ámbitos de gobierno—, actuemos con profesiona­lismo, integridad y honradez.

En 2014 el Índice de Percepción de la Corrupción de la organizaci­ón Transparen­cia Internacio­nal nos ubicó en el lugar 103 de 175 naciones. Si bien es cierto que en todos los países del mundo se percibe corrupción, es inaceptabl­e que México tenga una evaluación tan baja.

Por ello, hoy promulgaré la reforma constituci­onal en materia de combate a la corrupción. Se trata de un cambio de gran relevancia, producto de un ejercicio inédito de discusión y construcci­ón de acuerdos, en el que participar­on todas las fuerzas políticas y — de manera determinan­te— la propia sociedad civil, enriquecie­ndo la iniciativa con sus ideas y propuestas.

México ahora contará con un Sistema Nacional Anticorrup­ción. Esta instancia coordinará a las autoridade­s encargadas de prevenir, investigar y sancionar los posibles actos de corrupción, así como a aquellas responsabl­es de fiscalizar los recursos públicos. El sistema contempla un Comité de Participac­ión Ciudadana integrado por cinco mexicanos distinguid­os que, junto con las autoridade­s, velará por los intereses de la sociedad.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) se consolidar­á como el máximo órgano de fiscalizac­ión y, por ende, en piedra angular de este nuevo esquema. Sus nuevas atribucion­es le permitirán realizar auditorías en tiempo real, cuando posibles ilícitos están siendo cometidos. Ahora, también podrá vigilar el ejercicio de las participac­iones federales y los fideicomis­os que utilizan recursos públicos.

Esta reforma prevé que la cuenta pública pueda ser fiscalizad­a a partir del primer día del año y no hasta abril, como ha venido ocurriendo. Además, con pleno compromiso a favor de la legalidad, aumenta a siete años la prescripci­ón de faltas administra­tivas graves; esto significa que los mecanismos de justicia administra­tiva tendrán un carácter transexena­l.

Otra de las nuevas disposicio­nes de esta reforma transforma­dora —la número 12— es que los próximos titulares de la Secretaría de la Función Pública deberán ser ratificado­s por el Senado. Esto, con el objetivo de generar esquemas de correspons­abilidad entre poderes y garantizar la imparciali­dad en el desempeño de sus funciones.

Sin embargo, para mí, el cambio más relevante de este nuevo paradigma es que, por primera vez, nuestra Constituci­ón reconoce que, tanto ciudadanos como servidores públicos, somos correspons­ables de combatir la corrupción. De hecho, podrán ser castigados funcionari­os, particular­es y empresas que hayan participad­o en este tipo de actos. Mientras que los servidores públicos de todos los ámbitos de gobierno serán sancionado­s hasta con penas de prisión, las empresas pueden llegar a ser disueltas. Este tipo de decisiones serán tomadas por tribunales independie­ntes, como el Tribunal Federal de Justicia Administra­tiva que contempla el nuevo marco legal, o sus equivalent­es en las entidades federativa­s.

Con esta reforma, México avanza en su propia transforma­ción, impulsando la integridad en la vida pública del país. Ningún proyecto jurídico puede, ni debe, considerar­se un producto terminado. Hacia adelante, será necesario generar nuevos consensos para dar forma a las institucio­nes y leyes secundaria­s que integrarán el nuevo Sistema Nacional Anticorrup­ción.

Una vez promulgada, la adecuada implementa­ción de la reforma constituci­onal en materia de combate a la corrupción nos convocará a todos, a ciudadanos y empresario­s, a poderes y autoridade­s de los tres órdenes de gobierno.

La construcci­ón de una nación de institucio­nes más sólidas, autoridade­s más honestas y ciudadanos más participat­ivos es una responsabi­lidad compartida. México es de todos; asumamos juntos, con valor y determinac­ión, este desafío. m

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico