“Porfirio Díaz no es una amenaza”: Jean Meyer
El autor de La Cristiada considera que “la sociedad mexicana, o por lo menos la élite política, ha evolucionado” en estos años
Repatriar los restos de Porfirio Díaz en el centenario de su fallecimiento no es ninguna amenaza para México, asegura el historiador Jean Meyer, quien agrega que además sería intelectualmente muy sano acabar con los tabúes entre los historiadores, quienes hasta hace unos años tenían que hablar ciento por ciento mal de la figura del general.
“Si el perredista Miguel Barbosa, presidente del Senado de la República, se pronunció por el regreso de los restos del general, es señal de que la sociedad mexicana, o por lo menos la élite política, ha evolucionado. Creo que ya pasó bastante tiempo de su exilio y de que hablar bien de don Porfirio fuera una cosa peligrosa, lo que muy poca gente se atrevía a hacer”.
En entrevista con MILENIO, recuerda que en 1992 se suscitó un gran escándalo luego de que los historiadores Enrique Florescano y Héctor Águilar Camín dieran a conocer un nuevo libro de texto de historia: “Se armó un gran escándalo no solo porque no daban todos los nombres de los Niños Héroes, sino porque tampoco hablaban de El Pípila. Además, el Ejército Mexicano protestó porque se mencionaba el 2 de octubre en Tlatelolco. Pero la mayor andanada fue porque el capítulo que hablaba del Porfiriato era moderado, donde se señalaban los aspectos positivos de 30 años de paz, democracia y modernización del país terminando con críticas políticas sobre la reelección y de cómo su error de perpetuarse en el poder llevó a la Revolución Mexicana. Recuerdo que en ese momento toda la prensa se les echó encima, lo que demuestra que en aquellos años no se podía decir una sola palabra en favor de don Porfirio.
“Si los descendientes se ponen sus moños y quieren ceremonia, eso sí va a tardar...” “Ningún partido hoy en día puede reclamarse como heredero de la Revolución mexicana”
Pero ya pasaron casi 25 años y creo que la sociedad ya maduró y los políticos también”.
Ese incidente se registró a finales del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando al intentar desmitificar la historia de México, diversos sectores protestaron, en particular la izquierda mexicana.
El historiador mexicano de origen francés afirma que reconciliarse con la figura de Díaz no será difícil, porque el problema ha sido político, tomando en cuenta que se construyó una imagen ciento por ciento positiva y gloriosa de la Revolución Mexicana, y en contraposición otra ciento por ciento negativa de la figura de Porfirio Díaz.
El especialista propone organizar un debate entre los historiadores, incluso invitando a especialistas en el extranjero, pero sería para más adelante. Por lo pronto, sería suficiente con dar los permisos correspondientes a la familia para que pudieran ingresar los restos del general a México. “Hace tiempo que terminó la Revolución Mexicana, y ningún partido hoy en día puede reclamarse como heredero de ella. Entonces los restos de don Porfirio se pueden repatriar tranquilamente”.
Sin embargo, en lo que no está de acuerdo Meyer es en que el Estado le rinda honores a Díaz, aunque no se le pueda negar su intervención como héroe de la batalla del 2 de abril tras derrotar a los franceses durante la toma de Puebla. “El regreso no se le puede negar, pero esos trámites le corresponden a la familia. Pero si los descendientes se ponen sus moños y quieren una enorme ceremonia, eso sí va a tardar porque no creo que la clase política quiera una cosa semejante, a pesar de que en Oaxaca se le vea como un héroe regional”. m