Pemex, ¿cada vez más cerca de Statoil?
Ni duda cabe que este miércoles fue uno de los días más felices para Emilio Lozoya, el director general de Petróleos Mexicanos. Esto porque en Guadalajara, ante la plana mayor de la industria energética del país (el Congreso Mexicano del Petróleo), Lozoya dio una de las mejores noticias en lo que va del sexenio.
Y es que no todos los días se anuncia el descubrimiento de yacimientos de la calidad y tamaño que Lozoya presentó y que se calcula contienen reservas totales de hasta 350 millones de barriles de petróleo equivalente.
Esto significa, en simple cálculo matemático, que si se pudieran recuperar todos y cada uno de los barriles en cuestión, Pemex estaría ingresando la nada despreciable cantidad de 17 mil 500 millones de dólares. No se ha delineado cuánto sumaría la inversión, pero lo que se sabe es que el precio de producción por barril no variará y se mantendrá en los 23 dólares.
Con ello, estaremos hablando de una buena ganancia que genera la reforma energética. Ya Lozoya explicó que las “herramientas” que la reforma le prestó son más intangibles que tangibles, o sea, no se trata de fierros o taladros, sino de instrumentos financieros.
Ahora, sin pretender hacer cuentas alegres, el reporte es relevante y muy creíble. Esto porque Pemex ha venido destacando en un reporte que presenta cada dos años el Natural Resource Governance Institute (NRGI) y que califica la calidad de los reportes de gobernabilidad de los sectores energéticos y mineros de 58 países.
En el caso de Pemex, el NRGI en 2013 puso a la empresa en sexto lugar pero según ha trascendido, en su reporte para 2015, que presentará en la Universidad de Oxford en dos semanas, Pemex se ubica en segundo lugar, solo después de la noruega Statoil.
De hecho, la mexicana quiere todo en petróleo no convencional con Statoil, que le ha hecho ojitos para alianzas en aguas profundas y shale.
Según el NRGI, basado en Nueva York, solo un puñado de países destaca por tener estándares satisfactorios de gobernabilidad en la gestión de los recursos y destaca que varios países emergentes con buena calificación demuestran que una economía rica no define un buen nivel de gobernabilidad.
Seguramente en esto se inspiran Pemex y Lozoya cada vez que recuerdan que el sureste de México ha producido 46 mil millones de barriles de petróleo en 110 años. m